
El presidente de Inditex participó este viernes en el Foro La Toja
05 oct 2019 . Actualizado a las 10:20 h.Inditex -con 7.420 tiendas en 202 mercados, operando con 7.235 fábricas en todo el mundo y 1.866 provedores- entiende la sostenibilidad como cultura de empresa, en donde la transformación digital y ese avance hacia estándares de sostenibilidad son complementarios. Ambos pilares son también irrenunciables, y ello afecta a los proveedores, «que se están involucrando con éxito». Así lo expuso en el Foro La Toja Pablo Isla, presidente de la multinacional, que llegó a tiempo para no perderse el encuentro entre Mariano Rajoy y Felipe González, quienes le sacaron alguna que otra carcajada.
Ya desde el inicio de su ponencia puso en valor la figura de Amancio Ortega, y confesó: «Los 15 años que llevo en Inditex me han pasado volando. Es un trabajo intenso, bonito. Me siento tan a gusto que es como si estuviera empezando».
Señaló que su empresa tiene que ganarse día a día a los clientes porque «no tenemos abonados, ni tenemos concesiones». «Tenemos la sensación de que está todo por hacer y en un mundo tan global con verdaderos gigantes en el mercado (Amazón por ejemplo) la estrategia de Inditex es la diferenciación del producto más atractivo, dijo Isla en un encuentro en el que desveló que cada día ven la tienda online de la multinacinal más de diez millones de personas. «En definitiva -concluyó-, cada día tienes que ser mejor».
Isla volvió a recordar los objetivos de Inditex para el 2020: el 100% de las tiendas serán ecoeficientes, más del 25 % de las prendas llevarán la etiqueta Join Life (identifica aquellas que son elaboradas con materiales sostenibles) y se eliminarán todas las bolsas de plástico (algo que ya ocurre en Zara, Zara Home, Massimo Dutti y Uterqüe), y en el 2023 se habrán eliminado totalmente los plásticos de un solo uso para clientes. Y explicó que en una aplicación interna que tienen en la multinacional, «nunca una noticia recibió tantos likes».
Ya en el 2025 la compañía se ha comprometido a que el 100 % del algodón, el lino y el poliéster utilizados en la elaboración de las prendas sean orgánicos, más sostenibles y reciclados, objetivo que si se consigue será un hito por cuanto estas tres materias, junto a la viscosa, representan el 90 % de la materia prima que adquiere el grupo.
Habló del compromiso de vertidos cero y de la formación del 100 % de los diseñadores en materia de sostenibilidad. En el 2025 ninguno de los recursos que se generen (oficinas, centros logísticos y tiendas) acabará en un basurero. Y dijo que la reutilización de ropa que promueven a través de ONG ya genera 2.000 empleos directos.
En la junta de accionistas Isla había advertido que la «transformación digital y sostenible es solo posible gracias al sólido desempeño del modelo de negocio, que nos permite obtener los recursos necesarios para revertir el futuro de la compañía». Inditex ha realizado una inversión superior a los 9.000 millones de euros en los últimos seis años, y de esa cantidad 2.000 se han destinado a la incorporación de tecnología orientada a la «experiencia del cliente», que tiene la posibilidad de realizar sus compras en tienda física u on line, intercambiando cualquiera de estos dos formatos, y hacerlo en un entorno ecoeficiente y sostenible.
Pablo Isla insistió en que la empresa, «más allá de cualquier consideración económica o mercantil, debe anteponer a las personas». «Las compañías deben ser competitivas como primera obligación, y para alcanzar este objetivo la prioridad no puede ser el beneficio, y menos el beneficio en el corto plazo», incidió.
Expuso que en la compañía que fundó Amancio Ortega, desde sus inicios, hay una obsesión de invertir todo lo que es necesario para garantizar el crecimiento futuro. Dijo que en Inditex hay la cultura de sentirte dueño de lo que estás haciendo, y no hay que saber cuál es tu origen para saber cuál es tu puesto, incluso por encima de los algoritmos de MIT, que por supuesto se tienen en cuenta, aunque no son el elemento decisivo para que los responsables de tiendas elijan lo que quieren vender.
Pocas veces ocurre, pero Isla se quedó callado unos minutos antes de responder a una pregunta de su presentador: ¿Cómo deben afrontar las pymes la digitalización? Le pasaron por su mente los 7.000 proveedores que la compañía tiene en España y que facturan 5000 millones de euros, «una generación de riqueza consecuencia del efecto sede», y después respondió: cualquier empresa debe saber para qué, porque la tecnología ayuda, pero la obsesión debe ser la de mejorar lo que haces.