Fernando Suárez: «El 'apaga y enciende' lo aplico a todo»

GALICIA

XOÁN A. SOLER

El presidente del colegio español de ingenieros informáticos opina que la televisión y el cine han hecho mucho daño a la imagen del gremio

04 oct 2019 . Actualizado a las 08:14 h.

Seguramente Fernando Suárez (Ferrol, 1973) preside el Colegio de Ingenieros Informáticos de Galicia desde hace tanto tiempo porque no tiene nada que ver con lo que uno espera de un ingeniero informático. Nada friki, buen comunicador, sonrisa permanente, sentido del humor... Y tal vez por eso, desde hace unas semanas, preside a los informáticos de toda España. En la entrevista se presenta con sus dos hijos que se entretienen haciendo los deberes mientras charlamos.

-Ya lleva algún tiempo presidiendo el colegio en Galicia...

-Doce años; desde su creación. Así que soy el mejor y el peor presidente de su historia.

-¿Cómo se metió en esto?

-Bueno, me dijeron que sería una tarde de viernes al mes. Lo que no me dijeron era que ese sería mi tiempo libre, ja, ja. Lo hice con mucha ilusión, que fue creciendo con los años porque vimos que se podían hacer cosas, aunque la idea principal, la regulación de la profesión, sigue todavía pendiente.

-¿Qué quiere decir?

-La informática tiene un abanico muy amplio, pero la ingenieria informática y los proyectos que tienen que ver con la seguridad física y jurídica de las personas, como puede ser la gestión del tráfico, deben ser proyectos dirigidos por personas que tengan la competencia y la formación que da una titulación como la nuestra.

-Se suele apelar mucho al fallo informático.

-Los ordenadores fallan poco. Un 0 de menos en una hoja excel que influye en una nómina no es un fallo informático, sino de quien introdujo el dato. Nosotros queremos trasladar confianza a la sociedad sobre la tecnología. Bien usada garantiza el progreso social y económico de un país.

-Bien utilizada, porque a veces inquieta como nos controlan.

-Ya. No es agradable que sepan todo sobre ti. Pero bueno, todos utilizamos herramientas gratuitas y las pagamos con nuestra propia información. Estamos frente a un cambio como nunca se produjo en la historia de la Humanidad. Vertiginoso. Y cuesta adaptarse.

-¿Le preocupa ese uso perverso de la tecnología?

-Sí, claro. Y de ahí la necesidad de garantizar un control. Desde el colegio hemos impulsado la ética profesional con la creación de un código que queremos que se cumpla y que se traslade a las empresas e incluso a la Administración.

-Hay redes sociales que lo saben todo sobre nosotros.

-Ahora que las encuestas electorales fallan tanto, estoy seguro de que si Facebook o Google hicieran una proyección electoral, acertarían al cien por cien. Tienen mucha información sobre nosotros y son capaces de adelantarse a nuestros gustos.

-Los informáticos tienen fama de huraños y aburridos.

-Pues tenemos una gala anual en la que hemos demostrado que sabemos divertirnos. Hay mucho mito y la televisión y las películas no nos han ayudado en absoluto.

-Pocas chicas en el gremio.

-Contra eso debemos luchar. Es que incluso desciende el número de estudiantes. Yo creo que se ha transmitido una imagen de hombres que comen pizza, beben cocacola y llevan sudadera de capucha. Y no es así. Hay que romper muchos mitos que suponen barreras de entrada.

-A usted seguro que todos sus amigos le piden que les arregle el ordenador.

-Mi segundo nombre es «yaquestás». A veces vale incluso cualquier cosa que tenga un cable. Y con un nivel de presión importante. Te dicen: «Ya que estás, es que no me funciona esto». Y tú contestas que no sabes y entonces te dicen: «¿Pero tú no eres informático?», ja ja.

-¿Y cuántas veces ha dicho: «Apaga y enciende»?

-Muchas. Y lo aplico a todo. Hasta con los coches. Es algo que suele funcionar.

-A muchos padres les ralla cómo gestionar la tecnología con los niños.

-Mi opinión personal es que cuanto antes empiecen a usarla, mejor. Porque va a formar parte de su vida. Yo les dejo navegar por Internet en la sala. Y sé lo que ven. Eso con 15 años es impensable, pero si tienen una cultura de lo que pueden hacer o no, es más fácil.

-Vamos a las cosas serias. ¿Celta o Dépor?

-Dépor. Ahora vivo en Santiago, pero estudié en A Coruña, en los tiempos del Superdépor.

-De niño, ¿qué quería ser de mayor?

-Futbolista. Hubo una época que quise ser médico. Lo de la informática no lo tuve claro hasta el momento de la toma de decisión.

-¿Aficiones?

-Me gusta estar con estos dos [señala a sus hijos que entran de vez en cuando en la conversación], el cine y hacer deporte; practico kárate. Y viajar.

-Escoja cuatro palabras para sí mismo.

-Soy tranquilo, trabajador, diría que buena persona y honesto. Al menos intento serlo. Y me cuesta decir que no.

-Un lugar favorito.

-La playa de Chanteiro, en Ares. Me recuerda a mi infancia.

-Una canción.

-Walking the wire de Imagine Dragons.

-¿Qué es lo más importante en la vida?

-La gente que te rodea. La que te quiere y a la que quieres.