Borja Golán, subcampeón de Europa de squash: «Me gusta ir siempre de cara»

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El gallego, que llegó a ser número 5 del mundo, enfila ya los útlimos años de su exitosa carrera, que suma 16 campeonatos de España

01 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si Borja Golán (Santiago de Compostela, 1983) se dedicara a un deporte algo más popular, sería considerado como uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos. Ganar 16 veces un campeonato de España no está al alcance de cualquiera. Quedamos, cómo no, en el Squash Santiago de Milladoiro donde el campeón, antes de empezar a entrenar, habla de su carrera, que encara la recta final.

—Subcampeón de Europa, enhorabuena.

—Gracias, fue hace dos semanas en Bucarest. Es un título que gané dos veces, en el 2016 y el 2018. Al final de mi carrera.

—La verdad es que los deportistas de élite cada vez tienen una vida más larga.

—El que se cuida, aguanta más. Pero aunque te cuides, las lesiones te pueden retirar. Si das el 100 % en cada competición durante tantos años, es normal que tengas lesiones. Y son muchos viajes, cambios de horario, de dieta, estrés...

—¿Y se ve en el final de su carrera?

—Sí. Mi objetivo es el ránking mundial. Llegué a estar el 5 del mundo en el 2014 y ahora estoy en el 33. Ahora, soñar con el top ten es casi inviable. Debo aprovechar mi experiencia porque hay cosas, como la velocidad o la recuperación, en las que ya no puedo mejorar. Ahora entiendo mejor lo que es el squash.

—Este año perdió el campeonato de España. Eso es una noticia.

—Llevaba desde el año 2002 sin perder en España ni un solo partido. Pero tenía que llegar en algún momento.

—Los años no perdonan.

—A nadie.

—Hace años se hablaba más del squash.

—Hubo un bum en los 80 cuando hasta el rey tenía una pista en la Zarzuela. Ahora es un deporte más de la gente.

—Se los ha comido el pádel.

—Hay que mirarlo a otro nivel. El 90 % del pádel mundial se juega en España y el squash se practica en los cinco continentes. Es desproporcionado compararlos.

—Era el deporte de los ejecutivos.

—De la gente con poco tiempo. Con media hora de squash, ya estás quemando.

—¿Se ve vinculado a este deporte para siempre?

—Me gustaría. También estudié periodismo pero, la verdad, empezar desde cero me parece muy difícil. Desde los 10 años vengo cada día a entrenar. Es mi vida. Y quiero seguir haciendo algo que me haga disfrutar. Y hacer crecer al squash en España y en Galicia.

—Es usted el mejor jugador de squash español de todos los tiempos...

—Bueno, pero el squash se juega desde los años 80. Suena muy rimbombante, pero no es para tanto. Ahora, eso sí, el que quiera ganar 16 campeonatos de España como yo, va a tener que sudar.

—¿Dónde guarda los trofeos?

—En casa de mis padres, de mis tíos, en la mía... Están repartidos.

—¿Tiene en el recuerdo algún partido especial?

—Quizás la final del campeonato de Europa del 2016. Jugaba contra el número 1 del mundo en su casa, en Praga, y gané 3-2. Aunque no fue el más duro. Algún partido acabé con calambres en las manos y en los pies, totalmente vacío.

—¿Alguna vez pensó en abandonar un partido por cansancio?

—No. Entrenas para competir. Y el jugador quiere mostrar su orgullo. La mente empuja más que el cuerpo.

—¿Alguna derrota le dejó sin dormir?

—Cuando eres más joven, te afectan más las derrotas. Y si no he dormido es por la adrenalina de la competición. Yo soy muy temperamental en la cancha.

—Usted viaja por todo el mundo, ¿cómo explica Galicia por ahí?

—Lo que puedo decir es lo afortunado que soy por vivir en Galicia. Veo países que viven en la pobreza, otros en que la gente ya está en casa a las cinco de la tarde, o donde pagas tres veces más y comes tres veces peor, o te pasas dos horas en un atasco... Yo siempre hablo maravillas de Galicia.

—¿Cómo se definiría en cuatro palabras?

—Soy muy competitivo, cabezota, creo que honesto, porque me gusta siempre ir de cara y también soy muy despistado.

—¿Celta o Dépor?

—Yo soy del Compos.

—¿Y si juega el Celta contra el Dépor?

—Soy algo más del Celta. Pero el Dépor también me gusta.

—¿Aficiones?

—Ahora mismo, mi hobby son mis hijas. Pero también me gusta leer, cocinar, el cine, ver otros deportes, salir a cenar con mi pareja, mis amigos.

—¿Le interesa la política?

—Intento estar atento pero la verdad es que estoy más atento a otras cosas. Lo que no me cabe en la cabeza es que llevemos casi un año y medio sin un Gobierno que gobierne.

—¿Tiene un lugar favorito?

—La zona vieja de Santiago. Cada vez me gusta más.

—Una canción.

—Alguna de Antonio Vega.

—¿Qué es lo más importante en la vida?

—Ser buena persona. Influir positivamente en la gente. Sumar siempre.