La Xunta atendió a 201 menores en el 2018 víctimas de la violencia machista

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Manifestación feminista celebrada ayer en Pontevedra
Manifestación feminista celebrada ayer en Pontevedra RAMON LEIRO

Cada huérfano recibe 7.000 euros, y 6.000 más si el agresor se declara insolvente

21 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los menores de Valga que el pasado lunes fueron testigos de la muerte de su madre, su abuela y su tía a manos de su propio progenitor no solo tendrán que convivir con esa terrible pérdida, sino también con el penoso trance de asimilar que el presunto asesino es su propio padre. Un duro mazazo para el que sus mentes infantiles no están preparadas, de ahí la necesidad de arbitrar una red de apoyo que va más allá de su entorno y en la que entra de lleno la Administración autonómica.

Los menores víctimas de la violencia de género en Galicia, ya sea porque la sufren en sus propias carnes o porque padecen las consecuencias de un entorno familiar violento son, junto con las mujeres maltratadas, el principal propósito de un convenio de colaboración firmado entre Vicepresidencia y la Consellería de Presidencia con el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia que el año pasado dio cobertura a 201 niños y adolescentes en la comunidad -83 en la provincia de A Coruña, 12 en Lugo, 25 en Ourense y 81 en Pontevedra-. El convenio contó para su desarrollo en el 2018 con una partida de algo más de 202.000 euros que este año fue incrementada en 100.000 euros más.

La ley orgánica 1/ 2004 de medidas de protección integral contra la violencia de género fue modificada en el 2015 para incluir como víctimas, además de a las mujeres maltratadas, a sus hijos, que a partir de entonces pasaron a formar parte de la red de apoyo que las Administraciones públicas, ya sea desde el Gobierno central o desde las autonomías, ponen a su servicio.

La Xunta dispone, además, de una serie de protocolos de actuación cuando la lacra de la violencia machista golpea la sociedad gallega. El servicio de apoyo psicológico de emergencia es el primero que se activa, siempre en coordinación con los servicios sociales si hay menores en posible riesgo de desprotección. Todo ello sin olvidar que es la autoridad judicial la que se pronuncia en primera instancia sobre el destino de esos niños o adolescentes y la que determina si la Xunta debe o no asumir la tutela en función de las circunstancias familiares. Los menores huérfanos por violencia machista, si tienen menos de 30 años, reciben una ayuda económica directa de la Xunta de 7.000 euros, y 6.000 más si la autoridad judicial condena al agresor al pago de una indemnización económica y este se declara insolvente.

Otro convenio entre la Xunta y diferentes asociaciones profesionales de servicios sociales ofrece a los hijos huérfanos de las víctimas mortales por violencia de género una serie de servicios que van desde el acompañamiento y asesoramiento en la gestión de trámites administrativos al apoyo socioeducativo que precisen los menores.

El apoyo psicológico se extiende a la familia y a hombres con problemas de autocontrol

El convenio con el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia va más allá de la atención a las mujeres maltratadas y a sus hijos. Incluye, además, a personas del entorno que puedan haber padecido también situaciones de violencia en el ámbito familiar. En ese apartado se incluye a 29 personas que el año pasado fueron socorridas en Galicia en relación a alguno de los casos en los que se vieron envueltas 562 mujeres y 201 menores. En total, el servicio atendió en el 2018 a 792 personas en la comunidad. La cobertura incluye también a hombres con problemas de control de violencia en el ámbito familiar siempre que los servicios profesionales lo consideren oportuno.

La Xunta asume también, si es necesario y si los familiares lo solicitan, los gastos del sepelio de las madres, y si la familia asume la tutela de los menores huérfanos por violencia machista, pasan a formar parte del colectivo bonificado para la obtención de ayudas de alquiler a través del Bono Social.