El ADIF inicia la electrificación del último tramo del AVE y trata de recuperar el retraso en la vía

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Instalación del primer poste de catenaria entre Taboadela y Campobecerros, en la provincia de Ourense
Instalación del primer poste de catenaria entre Taboadela y Campobecerros, en la provincia de Ourense

Ábalos recorre hoy el tramo entre Zamora y Pedralba, que ahorrará 50 minutos en el viaje a Madrid

18 sep 2019 . Actualizado a las 08:16 h.

El plazo comprometido para poner en servicio el último tramo del AVE -sin tener en cuenta la variante de Ourense, aún sin licitar- se echa encima del ADIF. Cuando termine septiembre, tan solo quedarán tres meses para terminar las obras, pues la fecha asumida por el Gobierno de Pedro Sánchez fue la misma a la que se comprometió el Ejecutivo de Rajoy: acabar las obras antes de que termine el 2019 e iniciar las pruebas en el 2020 para poner en servicio la línea de alta velocidad completa antes de que termine el año próximo. En este contexto, las empresas contratadas por el ADIF para instalar la superestructura de la línea -vía, electrificación y elementos de seguridad y señalización- exprimen como pueden el tiempo para tratar de cumplir unos plazos que es muy posible que se retrasen unos meses.

Así, las obras para instalar los elementos de electrificación comenzaron entre Taboadela -a las puertas de Ourense, donde empieza el tramo que se adaptará para que circulen los trenes AVE- y Campobecerros. En este tramo se instalaron los primeros postes de catenaria.

En paralelo, las empresas que trabajan en el despliegue de la vía intentan recuperar el retraso acumulado, debido a la demora que sufrió la construcción de la base de montaje de Meamán y, en mayor medida, la de A Mezquita. De hecho, este retraso hizo cambiar los planes del administrador ferroviario, que intentará organizar el despliegue de balasto y de carril desde Meamán, al estar ya terminado el viaducto de Teixeiras y no haber por tanto interrupciones para la maquinaria que lleva a cabo estos trabajos.

La presidenta del ADIF, la gallega Isabel Pardo de Vera, aseguró recientemente que las dificultades con las bases de montaje -desde donde se organiza la logística del despliegue y se acopia el material- podrán ser superadas. «El problema no será la vía, sino los últimos remates, como la situación de balizas, desvíos.... Y poner todo en servicio con ERTMS es más complejo que con el ASFA», afirmó.

 Primer trimestre del 2020

En cualquier caso, fuentes relacionadas con la instalación de la vía calculan que se ha acumulado ya un retraso de tres meses sobre el cronograma previsto. Algo que si no puede recuperarse situaría el fin de la obra en el primer trimestre del 2020.

Hay que recordar que los remates en el tramo de 110 kilómetros inmediatamente anterior -el recorrido que está ahora en pruebas entre Zamora y Pedralba de la Pradería, a las puertas de Galicia- se prolongaron durante enero de este año, y los recorridos en pruebas no empezaron hasta el 30 de enero. La propia presidenta del ADIF quitó hierro a la posibilidad de un retraso poco significativo. «No sé si va a ser diciembre, enero o febrero. Pero sé que ese es el horizonte», dijo, al tiempo que animó a no «enturbiar» un proyecto que está en su fase final por un eventual retraso de varios meses.

Precisamente el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, recorrerá hoy en un tren de pruebas el tramo entre Zamora y Pedralba, acompañado por el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, al estar en viaje oficial en Argentina el presidente Feijoo. También asistirá la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez. Fuentes del Gobierno autónomo explicaron que esperan que el viaje por estos 110 kilómetros, que ahorrarán una media de 50 minutos entre las ciudades gallegas y Madrid, sirva para que se anuncie una fecha para la puesta en servicio comercial de este tramo, algo que parece improbable. Ethel Vázquez ya expresó en varias ocasiones su preocupación por la falta de información sobre el período de pruebas.

Sistema más seguro

Este tramo del AVE es de doble vía de ancho internacional y está diseñado para velocidades máximas de hasta 350 kilómetros hora, pues se abrirá con el sistema de seguridad ERTMS nivel 2, más evolucionado y seguro que el que se ha instalado en la mayoría de las líneas e alta velocidad.

Una vez que se abra este tramo a la circulación de trenes comerciales, solo quedarían los cien kilómetros entre la comarca de Sanabria y la ciudad de Ourense.