La ocupación hotelera remonta en la segunda semana de agosto y salva un mes complicado

André Siso Zapata / R.S. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Las ciudades de la costa han sufrido más por el mal tiempo, pero las de interior han salido muy beneficiadas

28 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los hoteles de Galicia empezaron agosto con unas previsiones de ocupación pesimistas, sobre todo los que acogen a turistas que buscan sol y playa. El mal tiempo de este verano ha tenido mucho que ver en el desarrollo de la llegada de visitantes este año, perjudicando a aquellos establecimientos que se sitúan en zonas costeras y beneficiando a los que ofrecen alojamiento en lugares del interior. En uno de los peores veranos en lo que a tiempo se refiere, los hoteles gallegos han mantenido el nivel de años anteriores, con ocupaciones superiores al 80 % en agosto. Las previsiones del Clúster de Turismo de Galicia auguraban un agosto difícil, pero la llegada del buen tiempo a partir de la segunda semana del mes provocó que se disparasen las reservas de última hora y se superasen las expectativas: «Hemos salvado el verano con bastante margen, así que estamos contentos», comentan desde el clúster.

El mal tiempo no beneficia, desde luego, a los hoteles que se sitúan en zonas de alta densidad turística en las zonas costeras de Galicia. Es el caso de A Coruña o Sanxenxo. En la ciudad herculina, por ejemplo, la ocupación hotelera ha sufrido este verano, pero han conseguido mantener los niveles del año pasado, para su propia sorpresa. Este agosto empezó con una ocupación de menos del 75%, pero ha terminado rozando el lleno. En Sanxenxo, por su parte, la llegada de visitantes es imparable hasta en los veranos más complicados. La ocupación en el mes de agosto ha vuelto a superar el 98 % y ha compensado las cancelaciones de la primera semana, debidas al mal tiempo, con las reservas de última hora de la segunda mitad del mes.

En las zonas de interior, por el contrario, el mal tiempo ha provocado una subida importante en ciudades como Santiago, con el 87 % de ocupación; Lugo, que roza el lleno, o Ourense, que marca máximos en comparación a los últimos veranos. En estos núcleos, los visitantes buscan otro tipo de turismo que no depende del buen tiempo, así que la gente acude allí cuando el sol no acompaña en las zonas de playa.