Renfe, abocada a recurrir a militares por su alarmante carencia de personal

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Este viajero presentó hace dos años una queja contra Renfe porque no había interventor a bordo y no pudo pagar su billete
Este viajero presentó hace dos años una queja contra Renfe porque no había interventor a bordo y no pudo pagar su billete JOSE ALONSO

Algunos trenes circulan en Galicia sin interventor por falta de profesionales, por lo que no es posible cobrar ni controlar los billetes

27 ago 2019 . Actualizado a las 20:03 h.

El regimiento de Ferrocarriles del Ejército, crucial para la gestión de aspectos logísticos y para los transportes militares, desapareció como cuerpo diferenciado en el 2008 tras 124 años de existencia, aunque algunas funciones se mantienen integradas en los cuerpos de ingenieros del Ejército de Tierra. A ellos -principalmente a militares en la reserva- va a recurrir ahora el Ministerio de Fomento ante la escasez de maquinistas, interventores y personal de taller que Renfe viene arrastrando desde hace años y que no logra paliar con las últimas convocatorias públicas de empleo, debido principalmente al gran número de jubilaciones que se están produciendo en una plantilla muy envejecida.

Esto ha provocado cancelaciones de frecuencias por falta de maquinistas y que algunos trenes circulen sin interventor, con lo que no se puede controlar si los viajeros han pagado el billete o solucionar cualquier incidencia durante el viaje, algo que sucede especialmente en trenes de la antigua Feve. Esta es la situación que ha desembocado en esta medida, confirmada por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en una entrevista publicada por el Diario de León el pasado fin de semana, donde anunció que se cubrirán 60 plazas con personal del Ejército, pues no afectan a la tasa de reposición, esto es, los límites de contratación que se autoimpone la Administración.

En esa entrevista el ministro parecía incluir plazas de maquinista, pero todo indica que la medida solo afectará a los puestos de interventores -el personal que revisa los billetes y soluciona problemas de los viajeros- y a los de técnicos de talleres. «Este año vamos a incorporar otras 60 personas adicionales que proceden del Ejército y no consumen tasa de reposición. Con todas estas nuevas incorporaciones podremos ir cubriendo las bajas en personal de conducción e intervención, con lo que se reducirán las incidencias como las que se han producido este año», aseguró Ábalos.

No afecta a los maquinistas

No obstante, La Voz ha tenido acceso al acta de la reunión entre los directivos de Renfe y los sindicatos en la que se decidió una medida tan excepcional, y en ese documento solo se menciona la contratación de exmilitares -o mejor profesionales en la reserva, que siguen por tanto vinculados a la Administración a través de una pensión- «ante la necesidad de reforzar fundamentalmente el colectivo de comercial y el de talleres».

En el acta, la dirección de Renfe se compromete a publicar en septiembre «un proceso de selección entre exprofesionales del Ejército para la cobertura de puestos que, sin amortización de tasa de reposición, permitan fortalecer, principalmente, el colectivo de comercial y en menor medida el de talleres». No obstante, habría 30 plazas para el área comercial, donde se sitúan las labores del interventor, y otras 30 para el personal de talleres.

En el propio texto que refleja lo que sucedió en esa reunión, celebrada el pasado 22 de julio, se asegura que la propuesta fue debatida «ampliamente», aunque finalmente se alcanzó el acuerdo «con la mayoría de la representación conformada por Semaf (sindicato de maquinistas), CC.OO. y UGT». Se supone que el representante de la CGT no apoyó la propuesta.

El ministro aseguró que cuando llegó a Fomento se encontró en Renfe con una plantilla «descapitalizada», lo que obligó a incrementar la tasa de reposición al 105 %, de forma que pueden entrar en la operadora ferroviaria pública un 5 % de las personas que se desvinculan o se jubilan cada año. Para hacerse una idea de la dimensión del problema, Renfe tenía 5.530 maquinistas en el 2015, mientras que tres años después eran 5.323, a pesar de que aumentó la demanda.