
Pese a la magnitud de esos fuegos, ninguno supera las más de 9.000 hectáreas que ya han ardido en Gran Canaria
26 ago 2019 . Actualizado a las 13:44 h.El incendio forestal que asola Gran Canaria y que aún sigue activo se ha convertido ya en el más devastador de los últimos cinco años en España. El fuego, originado el pasado día 17 en un barranco de la localidad de Valleseco, ya ha devorado más de 9.200 hectáreas, obligando a evacuar a cerca de 10.000 personas.
Los grandes incendios no son ajenos a Galicia; es históricamente la comunidad más afectada, aunque no es frecuente que alcancen una dimensión como esta. En lo que va de siglo ninguno ha alcanzado el tamaño del canario. El de mayor extensión en los últimos veinte años tuvo lugar en el 2017, durante la terrible ola de incendios ocurrida en el mes de octubre y afectó a la provincia de Pontevedra. Se inició en la parroquia ponteareana de Padróns y acabó por propagarse a municipios cercanos como Pazos de Borbén, Redondela o Soutomaior (todos ellos en la provincia de Pontevedra), consumiendo casi 8.900 hectáreas de terreno.
Siguiendo la estadística que elabora el Ministerio de Agricultura, el segundo más grave se produjo en el año 2006: el fuego originado en el municipio pontevedrés de Cerdedo arrasó 7.316 hectáreas de monte. En ambos casos, la superficie afectada quedó por debajo de la extensión que ya ha calcinado el siniestro canario que, tras más de una semana, todavía no se da por extinguido.
Con todo, la gallega es la comunidad autónoma más azotada por los incendios en los últimos años. Tal y como señalan los expertos, y siguiendo un patrón similar al del norte de Portugal, la actividad incendiaria contabilizada por número de focos es aquí mayor que en otros puntos de la península. Fuegos que no siempre alcanzan gran tamaño, pero que han provocado que desde el 2001 hayan ardido 460.000 hectáreas de terreno.
2017 y 2006, años trágicos
El reparto por años es desigual. El ya citado 2017 fue uno de los más trágicos. En sus 365 días se quemó más territorio forestal que el contabilizado entre los tres años anteriores. Las llamas arrasaron casi 62.000 hectáreas, de las que 49.000 ardieron en apenas tres días, en los incendios registrados entre el 13 y el 15 de octubre, cuando se contabilizaron hasta 352 focos incendiarios, según un informe de la Fiscalía Superior de Galicia. Un fin de semana negro en el que las llamas devoraron más de 22.000 hectáreas en la provincia de Ourense (solo el incendio originado en Melón alcanzó las 6.000) y más de 20.000 en Pontevedra. Esa ola llevó a 26 personas ante la justicia.
El fuego se cobró la vida de cuatro personas en pleno otoño del 2017 y llegó hasta el casco urbano de Vigo. Precisamente, esa localización en espacios periurbanos es una de las características en auge en los incendios de los últimos años. «Afectan cada vez máis á chamada interfase urbano-forestal, a zonas con edificacións que se adentran en terreos de monte, creando unha mistura entre urbanismo e natureza», apunta el catedrático emérito de Edafología Francisco Díaz-Fierros. Zonas mixtas donde aumenta el riesgo de víctimas personales.
Las cifras de ese 2017 solo son superadas por otro año en el presente siglo: el 2006, con 95.000 hectáreas. Solo en las dos primeras semanas de agosto se registraron más de 2.000 fuegos en toda la comunidad que calcinaron cerca de 80.000 hectáreas. El más virulento se inició el día 4 y las llamas cabalgaron durante días en los montes de Cerdedo, Cotobade y Campo Lameiro, hasta asolar más de 7.000 hectáreas. Además, el balance del mes resultó trágico, al cobrarse el fuego seis víctimas mortales.
Riotinto, el peor de España
Abriendo el foco al resto de España, el siniestro de Minas de Riotinto en Huelva se mantiene como el más devastador desde que arrancó el siglo XXI. El 27 de julio de 2004 se inició este incendio que acabó cobrándose la vida de dos personas y devastando 30.000 hectáreas de monte. Solo en este fuego ardieron 15 veces más hectáreas que en todo el año pasado en Galicia.
Las llamas también alcanzaron un tamaño y una fuerza sin precedentes en los fuegos de Cortes de Pallás y de Andilla, producidos en Valencia en julio del 2012. Ambos superaron las 20.000 hectáreas, arrasando entre ambos más de 48.000, afectando a una veintena de municipios y obligando a desalojar a más de 3.000 personas.
Son los fuegos de mayor extensión vividos en España desde el 2001, un período en el que Galicia ha registrado un total de 121 grandes incendios forestales; según la definición estadística del Ministerio de Agricultura, son aquellos en los que acaban afectadas al menos 500 hectáreas. El último de ellos se produjo esta primavera. Con origen en Dodro y posterior extensión a Rianxo, el siniestro iniciado el 23 de marzo arrasó un total de 1.612 hectáreas y obligó a decretar el nivel 2 de alerta por su proximidad a núcleos habitados