Francisco Costa, que se estrena al frente del Concello de Vilaboa, llega a eliminar hasta cinco colonias al día
23 ago 2019 . Actualizado a las 12:15 h.El alcalde de Vilaboa, el socialista Francisco Costa, es un regidor todoterreno. No solo se ocupa de su nuevo papel como alcalde, en sustitución del veterano y también socialista José Luis Poceiro, sino que lo compagina con su trabajo profesional como productor de televisión. Su dedicación exclusiva es parcial, por decisión propia, y la mantendrá así mientras se vea capaz de hacer las dos cosas. Por si esto fuese poco y ya en el desempeño de sus responsabilidades como regidor, Francisco Costa tanto recibe vecinos en su despacho en la casa consistorial como se enfunda con un traje protector y retira, personalmente, los nidos de velutina en árboles y edificios. Y ahora que es verano, esta tarea le ocupa todas las tardes. En un Concello como Vilaboa, el personal no es mucho y el alcalde decidió que, como él tiene experiencia, hay que aprovecharla.
Costa, conocido entre sus vecinos como Kiko, empezó a hacerlo al asumir la concejalía de Medio Ambiente en el mandato anterior. Pero si es raro encontrarse a un edil que se implique tanto en la lucha contra esta plaga, aún lo es más que lo siga haciendo como máxima autoridad de su concello. Y, sin embargo, para él es lo más normal del mundo.
Intenso trabajo en verano
«Soy alcalde, pero no he dejado mi compromiso con lo que creo», precisa Costa, que añade que su objetivo es reforzar la agrupación de Protección Civil. Quiere especializarla en estos trabajos y cuando esta meta esté conseguida, «ya me iré a un lado». ¿Y mientras eso no ocurre? «Mientras tanto seguiré yendo yo», responde sin titubear.
Este miércoles el alcalde tuvo una jornada movidita. «Lo habitual del verano», bromea. Cuenta con la ayuda de uno o dos colaboradores, según el día, y responde a las llamadas de los vecinos y los avisos de Protección Civil y el 112. Ese día tocaron cuatro nidos: dos en árboles y otros tantos en balcones de casas. «Llevamos toda la semana así», relata a la vez que explica la importancia de neutralizar estas colonias de avispa asiática porque son «un peligro para las personas» al ubicarse en medio de aldeas o directamente en las viviendas.
Uno de los últimos que retiró, de 60 centímetros de diámetro, estaba en una huerta. «La gente pasaba por debajo del árbol sin darse cuenta del riesgo». Es un peligro que hay que anular. El alcalde se puso el traje de faena, cogió la pértiga y fumigó la carga de insecticida en la colonia de velutinas al anochecer. Espera que la dosis sea suficiente para haberlas matado a todas, pero por si acaso este jueves tenía pensado regresar para comprobarlo.
Costa se muestra relativamente satisfecho con cómo está saliendo la campaña. «Esto son labores de contención, conseguimos que no se duplique de año a año como pasó al principio», recalca. Este año indica que las avispas asiáticas retrasaron la época de la construcción de nidos. No obstante, cuando empezaron, se aplicaron a fondo. Vilaboa está en una de las zonas de Galicia donde parece que la velutina se siente más cómoda. Todos los concellos de las comarcas de O Morrazo y Pontevedra sufren las devastadoras consecuencias de este insecto depredador de abejas.
En lo que va de campaña han sacado 138 nidos. «En julio y agosto hay semanas que quitamos cinco al día», precisa. En todo el año pasado fueron 257 las colonias de velutinas neutralizadas en Vilaboa. Visto el ritmo de la plaga en el ejercicio en curso estima que el 2019 acabará con unas cifras semejantes.