«¿Y si en lugar de a mí ese patinete hubiera atropellado a un niño?»

André Siso Zapata / R.S. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

EDUARDO PEREZ

Gloria fue arrollada por uno de estos vehículos y el hombre se dio a la fuga. Tras salir del hospital, reclama una regulación

18 sep 2019 . Actualizado a las 19:13 h.

Los patinetes eléctricos ya forman parte del paisaje urbano de muchas ciudades gallegas. Lo hacen pese a que siguen existiendo lagunas sobre su circulación: ¿Deben ir por las aceras, por la vía, el conductor ha de llevar casco, a qué velocidad pueden ir...?

A Gloria todas estas dudas se le han tornado en una cierta indignación. Ella fue arrollada por uno de estos vehículos en A Coruña, y desde entonces lleva luchando «para que se regulen urgentemente». Cuenta cómo vivió aquel momento y cómo ha cambiado su visión de estos vehículos desde entonces. «Yo salía del portal tranquilamente para hacer un trayecto que hago muy a menudo hasta el centro. En el momento en el que puse un pie en la acera, ya llegó el golpe. Un impacto muy muy fuerte que me tiró al suelo de espaldas». El impacto del que habla Gloria fue debido a un patinete eléctrico, conducido por «un hombre muy corpulento, lo que hizo el golpe todavía más potente», recuerda.

Cuando cayó al suelo, lo primero que notó fue un dolor intenso en la espalda y una sensación de confusión extrema. «No sabía que había pasado. Caí primero contra el marco de la puerta y luego al suelo. Ahí fue cuando los vecinos y la gente que estaba por la calle vinieron a ver qué había pasado y a ayudarme», dice. Sin embargo, una cosa le sorprendió por encima de todo: «Lo primero que me dijo el chico que me atropelló fue que no había sido nada y que me levantase, que estaba todo bien y que no había pasado nada. Yo tenía un dolor increíble y no me podía levantar. Cuando llegó la gente, el chico les dijo que se fueran, que él era policía y ya sabía lo que había que hacer. Ellos le discutieron que había pasado algo y que querían ayudarme. Luego se apartó e hizo dos llamadas mientras los vecinos llamaban a la ambulancia. No sé a quién llamó, pero seguro que a la ambulancia no», asegura.

Después de eso, y ya en el hospital, Gloria, se enteró de que el chico había huido sin que la policía le pudiese identificar. «Cuando me dijeron eso, sentí una sensación de injusticia tremenda. Luego, cuando le identificaron unos días después, me enteré por la prensa. Yo de ese chico no volví a saber nada, y solo espero que se le sancione para que cosas así no vuelvan a ocurrir», confiesa.

Las consecuencias

Casi un mes después del accidente, todavía lo tiene presente. Primero, porque sigue yendo a rehabilitación al fisioterapeuta. Y segundo, porque ha solicitado al Concello de A Coruña que la reciban para explicarle como van a regular la circulación de estos vehículos en la ciudad. «Solo pido que alguien del Concello me diga qué se va a hacer en esta ciudad, porque ahora mismo es un peligro», dice.

En otras ciudades, como Madrid, estos vehículos ya tienen una regulación propia, pero en Galicia no ocurre lo mismo. No está claro ni por dónde deben circular, ni a qué velocidad ni por qué vías. «El Concello tiene que tomar cartas en el asunto. Lo raro es que no haya más accidentes. Me han dicho que envíe un escrito dirigido a ellos, pero sé que eso acabaría perdido en un cajón, así que no sé qué más hacer. Mi único interés es que se proteja a los peatones. ¿Y si en lugar de a mí ese patinete hubiera atropellado a un niño? Es mejor ni pensarlo. Solo quiero una respuesta de cómo se va a regular esto, para que a nadie más le pase lo que a mí. Hasta ahora me siento ignorada», asegura.