Baleares, primera comunidad a punto de erradicar la velutina

Rebeca Cordobés / R. S. REDACCIÓN

GALICIA

Nido de velutina
Nido de velutina Ana Garcia

Acotó la zona en la que estaban los nidos, utilizando incluso cebos de pescado para seguir el rastro de la velutina; su fórmula, sin embargo, no es exportable a Galicia

11 ago 2019 . Actualizado a las 13:16 h.

La velutina no es un problema exclusivo de Galicia. La invasora asiática ya conquistó la franja norte de la península y su avance hacia el sur parece cuestión de tiempo. Ante la imposibilidad de erradicarla, cada comunidad se adapta a su presencia e intenta minimizar sus daños como puede. Solo hay un lugar que fue capaz de superar su aparición: Baleares. La avispa llegó a Mallorca en el 2015, pero este 2019 no se ha detectado ningún nido y, si la situación se mantiene otro año más, la especie se dará por erradicada.

Pero, ¿cómo lo han conseguido? Irene Garneria (@IGarneria), portavoz del Servicio de Protección de Especies de la Consejería de Medio Ambiente y Territorio advierte que su método no es exportable a otros territorios: «El efecto isla es muy importante. Aquí probablemente solo hubo una fundadora. A partir de ese primer nido se fue desplazando por toda la sierra de Tramontana, sin que hubiera nuevas entradas. Con lo cual pudimos cerrar muy bien la zona y atacar en el primer momento de expansión de la avispa».

Su método es diferente a los que siguen el resto de comunidades afectadas: «No esperamos a que nos lleguen los avisos, sino que trampeamos y buscamos los nidos». El único elemento común con otras comunidades son las trampas con un atrayente dulce, que utilizan para detectar la presencia de avispas en la zona. «Luego les ponemos cebos de pescado, ya que cuando el nido está en fase de crecimiento les interesa mucho la proteína para alimentar a las larvas, cogen un trozo y se van hacia su nido. Seguimos el vuelo de manera visual, con prismáticos, y, cuando perdemos la pista, volvemos a poner otro cebo en la zona. Así, nos vamos acercando poco a poco hasta que localizamos el nido», explica Garneria.

El método de destrucción de los enjambres también es distinto: «Una vez retirados, se tapan y se congelan. De esta manera no se escapa ninguna avispa, no se puede propagar el nido y, además, lo podemos estudiar. La retirada siempre se realiza de noche porque es cuando están todas las avispas dentro y así evitamos su dispersión. Si lo realizáramos durante el día puede ocurrir que se nos escapara alguna».

Los resultados han sido positivos. «El primer año se detectó un nido, el segundo ya fueron nueve, el tercero 20… La progresión que cabía esperar era 500 nidos y media Mallorca infestada, pero el hecho de haber realizado este control nos ha llevado a este momento. Llevamos un año entero sin detectar ninguna obrera ni ninguna reina. Tenemos unas 600 trampas localizadas en todo el área de distribución y esperábamos que si hubiera algún nido se detectaría, porque así los hemos detectado otros años; y por ahora estamos a cero», relata Garneria. Aunque, de momento, no van a bajar la guardia «porque puede volver a ocurrir. El hecho de que tengamos buenos resultados no significa que pensemos que lo hemos logrado. Mantendremos el control por lo menos un año más», asegura.

Desdela Consejería de Medio Ambiente recalcan la labor de la unidad de control de fauna del Consorcio de Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares, que se encarga de la gestión y control de las trampas. «Tenemos un personal muy especializado, que trabaja de una forma muy profesional», subraya Garneria. Este grupo forma parte de un equipo multidisciplinar junto a técnicos de la Conselleria e investigadores de la universidad, que asesoran a la Administración balear y analizan los nidos.

Asturias importa el sistema de destrucción de nidos mediante el uso de explosivos

Asturias sigue los pasos de Galicia en la lucha antivelutina. Los operarios de la Sociedad de Servicios del Principado (Serpa), responsables del control de la especie en la comunidad vecina, utilizan desde esta semana el sistema de destrucción de nidos mediante el uso de explosivos, segúnapuntaron medios locales.

Los asturianos llevaban un año de detrás de esta técnica, pero necesitaban la autorización de la Delegación del Gobierno y el aval de la Guardia Civil, que les fue concedida el pasado miércoles. Al poco de recibir la autorización, los operarios de Serpa, que también obtuvieron carnés de manipulación de material pirotécnico, se pusieron manos a la obra y destruyeron varios nidos con cartuchos de entre 60 y 95 gramos de explosivo.

Los precedentes

El experto en velutinas y miembro de Protección Civil Lolo Andrade, fue el primero en utilizar la técnica de los explosivos. Su sistema, que consta de una pértiga a la que se le añade un «explosivo pirotécnico de bajo impacto» que se introduce en el nido para hacerlo explotar, no ha dejado de impresionar a los equipos de exterminio de la especie a ambos lados de Os Ancares. De hecho, un grupo de representantes de Stop Velutinas Asturias se desplazó a Coirós en febrero del 2018 para conocer de cerca el trabajo del investigador gallego. Ya en aquel momento mostraron su interés por el uso de explosivos y anunciaron que iban a tramitar su legalización.