Sectores de En Marea ven con recelo la posible alianza con el partido de Errejón
GALICIA

En el seno de En Marea se ha abierto un debate sobre la posibilidad de que el partido de Luís Villares llegue a un acuerdo con Íñigo Errejón en el caso de que se repitan las elecciones generales y Más Madrid dé el salto a la política nacional, una posibilidad que, de momento, no ha sido confirmada ni tampoco desmentida por el exdirigente de Podemos. Si bien su portavoz reconoce que no ve con malos ojos esa alianza siempre que se mantenga la autonomía de En Marea, otros recelan de ese pacto temerosos de que vuelva a ocurrir lo mismo que con Pablo Iglesias, al que acusaron de imponer sus tesis por encima de las decisiones orgánicas del partido, uno de los principales motivos que provocaron la ruptura de las confluencias gallegas y la división del grupo parlamentario.
Son tres los sectores y tres los motivos de esos recelos. Está, por una parte, la sección más nacionalista de En Marea, que ya no compartía las alianzas con Podemos y que creen que pactar con Errejón sería repetir el mismo error. Luego están aquellos que dejaron Podemos en favor de En Marea y que aseguran que no se fueron de la formación morada para sumarse ahora al nuevo proyecto político de uno de sus fundadores. Y en tercer lugar, están algunas mareas locales afines a Villares, que no ven con buenos ojos que se discutan cuestiones de este tipo sin contar con las bases, como no compartieron tampoco que se tomase la decisión de ir al Grupo Mixto en el Parlamento de Galicia sin hacer una consulta a los inscritos.
Receso veraniego
Estas y otras cuestiones se debatieron en el plenario de En Marea celebrado el mes pasado, en el que se dieron los primeros pasos para el nuevo proyecto político del partido con Villares al frente, libre de las ataduras de sus antiguos socios. La sangre no llegó al río porque la alianza con Errejón es, de momento, una posibilidad remota, y porque el proyecto de Villares está todavía por decidir. En todo caso, las voces críticas se dieron de margen hasta después del verano, a la espera de que se retome el curso político y poder así constatar si se sienten representados en el nuevo rumbo de En Marea.