Los peligros de la última zambullida

ANDRÉ SISO ZAPATA / R.S. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

HOW HWEE YOUNG| Efe

Los servicios médicos y de salvamento advierten del riesgo de algunas actividades estivales, a pesar de que los ahogamientos y las lesiones medulares se han reducido

16 ago 2020 . Actualizado a las 15:42 h.

Como cada verano, las autoridades de salvamento, en consonancia con los organismos de urgencias sanitarias, insisten en las advertencias que deben tener en cuenta aquellos que vayan a disfrutar del verano en playas y piscinas. La, para muchos, mejor estación del año guarda una parte peligrosa, a la que quizás no se esté dando la suficiente importancia, y es que cada año las actividades propias del verano siguen cobrándose víctimas mortales y dejando heridos en todos los arenales de Galicia. La conciencia social y la labor de divulgación han contribuido a reducir estas cifras en los últimos años, pero los ahogamientos, las lesiones medulares, las quemaduras y los desgarros siguen siendo habituales en la época veraniega.

«Algunos bañistas creen que saben más que los socorristas, y luego es cuando ocurren las desgracias»

Desde la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, afirman que lo más responsable es hacer caso a las indicaciones de los organismos de salvamento para evitar estos accidentes. En palabras de su presidenta, Nuria Rodríguez, «algunos bañistas creen que saben más que los socorristas, y luego nos echamos las manos a la cabeza cuando pasa algo», comenta. «No puede ser que alguna gente vea una bandera roja y haga caso omiso. La gente se ha concienciado últimamente, pero seguimos lejos del cien por cien. Los jóvenes se siguen tirando desde donde no deben y no podemos evitarlo. No podemos poner un policía allí las 24 horas del día». Afirma, además, que los peligros cambian conforme los años pasan: «Ahora tenemos el problema de los flotadores, porque la gente se confía y las corrientes fuertes les arrastran muy fácilmente; y el de las motos de agua, que son un peligro». Ella destaca dos accidentes sobre el resto: los ahogamientos y las lesiones medulares. «La mayor parte de los ahogamientos se dan en personas mayores que sufren infartos estando en el agua, y luego en niños, que necesitan muy poca agua para ahogarse», dice. «En cuanto a las lesiones medulares, han descendido los últimos años, pero sigue siendo un drama, porque son muy fáciles de evitar», añade.

«Las campañas de concienciación social desde los medios son clave para reducir las lesiones medulares»

Estas lesiones se deben, sobre todo, a zambullidas en zonas de rocas o de poca profundidad, aunque se pueden dar entrando al mar en la zona de costa y golpeándose contra un muro de arena inesperado. Los accidentes que han derivado en lesiones medulares han descendido de forma abrupta en los últimos veinte años, desde los doce en el 1990 a los apenas dos o tres de los últimos años. Según Antonio Rodríguez Sotillo, jefe de la Unidad de Lesionados Medulares del CHUAC, este hecho se debe a la gran campaña de concienciación social desde los medios y a la responsabilidad ciudadana que se ha adquirido desde los noventa. Afirma que una de las razones es el gran cambio que sufren las mareas en Galicia. «Muchos accidentes ocurren porque la gente se confía en el momento de zambullirse, porque la semana pasada se lanzó en el mismo sitio y no pasó nada, pero no está teniendo en cuenta el cambio de las mareas y la diferencia de profundidad que puede haber».