Galicia suma 500 viviendas turísticas en solo un mes, y ya supera las 9.000

Mónica Pérez Vilar
MÓNICA P. VILAR REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Sanxenxo sigue siendo el municipio con más viviendas de uso turístico registradas
Sanxenxo sigue siendo el municipio con más viviendas de uso turístico registradas CAPOTILLO

Primera señal de saturación del mercado: la ocupación cae 12 puntos en dos años

02 ago 2019 . Actualizado a las 12:02 h.

El número de viviendas turísticas registradas en Galicia no deja de crecer. La llegada del verano puso en marcha a los rezagados que querían sacar provecho de la temporada estival y, en tan solo un mes, se dieron de alta más de medio centenar de viviendas. Si en junio el Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT), contabilizaba 8.541, los datos de julio han escalado hasta las 9.075. La cifra está a punto de doblar a las 5.000 que se computaban en marzo del 2018 -un año después de la creación del registro de viviendas turísticas de Galicia-. El crecimiento en 16 meses supera el 80 %.

El número de plazas ofrecidas en este tipo de alojamientos ya pasa de las 46.000, acercándose cada vez más a las 55.000 que oferta el sector hotelero de la comunidad. De esas 46.000, algo más de 3.000 se crearon en tan solo un mes, el primero de este verano. Desde Aviturga, la asociación que agrupa al sector en Galicia, reconocen que son muchas las personas que en los últimos meses se han puesto en contacto con ellos para consultar los trámites necesarios para regularizar sus viviendas como alojamientos turísticos y ofrecerlas por vez primera este verano. No en vano, el alquiler vacacional de propiedades se ha convertido en un complemento a muchas economías familiares y de pensionistas.

Viviendas en 257 concellos

El fenómeno se expande por toda Galicia. Cuatro de cada cinco municipios cuentan con algún alojamiento de este tipo. Solo 56 no tienen registrada oficialmente ninguna vivienda de uso turístico, la mayoría de ellos situados en el interior gallego y, sobre todo, en la provincia de Ourense.

En el extremo contrario, 21 ayuntamientos declaran más de cien casas vacacionales. A la cabeza, y con mucha diferencia, se sitúa el municipio pontevedrés de Sanxenxo, con 1.646 viviendas registradas. Son más que las sumadas por las siete ciudades gallegas juntas -1.587- y el triple de las que tiene su inmediato seguidor, el concello de Santiago de Compostela, donde los turistas pueden elegir entre 585 viviendas. La capital gallega es, por cierto, el único municipio sin mar que se cuela entre la veintena de concellos con más oferta.

Peor ocupación

La otra cara de ese crecimiento exponencial de las viviendas es su influencia en la bajada de la ocupación, que cae por segundo año consecutivo. Según datos de Aviturga, durante el mes de julio se ocuparon el 72,4 % de las plazas ofertadas en la comunidad, frente al 75 % registrado en el mismo mes del 2018. Pero además, la caída con respecto a julio del 2017 supera los doce puntos porcentuales. «Se ha producido un importante incremento de alojamientos en el mercado para idéntica demanda», señalan desde la asociación, que también apunta a la cambiante situación meteorológica como uno de los motivos de que la ocupación se redujese. Con todo, su presidenta, Dulcinea Aguín, considera que los datos del último mes «no son malos».

A última hora

Aguín remarca que la primera quincena de julio fue «floja en general» en toda Galicia, pero que las reservas realizadas a partir del día 15 y la mejora de las temperaturas consiguieron situar las reservas en niveles «aceptables». Ese fenómeno, el de las reservas de última hora, se ha convertido en tendencia según Aviturga, lo mismo que la reducción de los días de estancia. Así, la media del mes de julio fue de 5 días, pero apuntan que se incrementaron notablemente las estancias de una o dos noches. «Las reservas por quincenas a las que estábamos acostumbrados tienden a desaparecer», afirma Aguín.

Lo que sí se mantiene es el perfil de los usuarios: familias de entre 2 y 4 miembros, de origen nacional, que buscan descanso y tranquilidad y valoran especialmente el precio y la comodidad.

Baja la ocupación en la Costa da Morte y A Mariña

El incremento de la oferta de viviendas turísticas no siempre redunda en peor ocupación. El municipio pontevedrés de Sanxenxo, el que cuenta con más viviendas turísticas de Galicia, marcó este mes de julio mejores cifras que el pasado, logrando ocupar el 77 % de sus plazas, frente al 74 % conseguido en el 2018.

Por su parte, destinos urbanos como A Coruña y Santiago de Compostela alcanzaron datos de ocupación similares a los del año anterior, rondando el 79 %. Sin embargo, los destinos costeros de la provincia coruñesa corrieron la suerte contraria y registraron un descenso notable de reservas. En áreas como la Costa da Morte o la ría de Muros y Noia, la ocupación osciló entre el 65 y el 70 %, según datos de Aviturga. Desde Camariñas, Maricarmen, que alquila un apartamento en primera línea de playa, reconoce que no logró inquilinos hasta el 14 de julio. «A primeira quincena de xullo sempre é máis complicadas que a segunda. Iso si, xuño foi mellor que anos anteriores», abunda.

Las ciudades de A Coruña y Santiago, y Sanxenxo marcan las mejores cifras en el inicio del verano

En puntos del litoral pontevedrés sí se alcanzaron porcentajes de ocupación superiores al 70. Es el caso de Poio, con un 73 %, o la ciudad de Vigo, con un 72 %. Sorprendentemente, en municipios del interior de la provincia como Silleda o Forcarei se superó el 75 %, algo que Aviturga relaciona con el menor número de casas de uso turístico existentes.

En la provincia de Lugo, la ciudad de la muralla registró los mejores datos, rebasando el 72 % de ocupación, mientras que en el área costera de A Mariña muchas localidades no pasaron del 66 %. En Ourense también fue la capital la que obtuvo mejor ocupación, con un 71 %.

Procedencia

Entre los usuarios de viviendas turísticas gallegas destacan por número los que proceden de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid. En los destinos urbanos tienen importante presencia los turistas llegados de EE.UU, Australia, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia o Portugal.

Alquilarse entera y contar con un teléfono 24 horas para incidencias, entre los requisitos

La legislación gallega establece dos tipologías de establecimiento. Por un lado, están las viviendas turísticas propiamente dichas, que se definen como establecimientos unifamiliares aislados en los que se prestan servicios de alojamiento a viajeros y que ofrecen no más de 10 plazas. Por otro, están las viviendas de uso turístico: casas que se ceden terceras personas para estancias de corta duración (menos de 30 días consecutivos), de manera reiterada y a cambio de una contraprestación económica.

En esta última categoría se engloban la inmensa mayoría de las viviendas registradas en el REAT gallego -las viviendas turísticas apenas representan el 2,5 %-. Pero, ¿qué requisitos hay que cumplir para poder dar un uso turístico a una propiedad? Desde el año 2017, es obligatorio inscribirla en el registro habilitado a tal fin por la Xunta de Galicia, presentando ante la administración autonómica una declaración responsable de inicio de actividad de vivienda de uso turístico -puede hacerse de modo telemático- y pagando una tasa de inscripción única de 58,62 euros.

Para ser incluida en el registro, la vivienda tiene que contar con cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación, y también debe haberse suscrito un seguro de responsabilidad civil. Además, tiene que contar con el mobiliario y el equipamiento mínimo necesario para su uso inmediato (incluida ropa de cama y toallas), e incluso con calefacción si va a alquilarse fuera de la temporada estival (entre octubre y mayo).

Hojas de reclamación

Un requisito básico es que la vivienda debe alquilarse entera, ya que no se permite el arrendamiento por habitaciones. Por tanto, los dueños no pueden residir en la misma durante el alquiler vacacional. Además, los propietarios deben ofrecer un número de teléfono activo las 24 horas en el que los usuarios puedan notificar cualquier incidencia, así como tener hojas de reclamación a disposición de los turistas y un libro de visitas.

En las viviendas de uso turístico también tiene que hacerse un registro de entrada de los viajeros, cuya identidad debe comunicarse a la Guardia Civil o la Policía.