Uno de cada cuatro tramos de río de Galicia presentan contaminación

Rebeca Cordobés / R. S. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Vertido de purín en el río Furelos (Melide)
Vertido de purín en el río Furelos (Melide)

La Xunta asegura que el 77 % de los caudales cumplen los objetivos medioambientales

05 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación del río Furelos, en la zona de Melide, no es un caso aislado, sino un ejemplo del estado de una cuarta parte de los ríos de la demarcación hidrográfica Galicia Costa, que comprende los caudales que nacen y mueren en la comunidad. Los análisis que realiza periódicamente Augas de Galicia, el organismo encargado del control de estas corrientes y que desde el pasado otoño está adscrito a la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, indican que 108 de las 394 masas de agua analizadas presentan contaminación.

En 82 de los tramos analizados que marcan un estado «peor que bo», las causas son ecológicas. Es decir, se han encontrados niveles altos de sustancias como el fósforo o el amonio, sobrepoblación de insectos, déficit de oxígeno en el agua o alteraciones del pH. Otros 11 tramos presentan contaminación química debido a vertidos de plomo y mercurio, principalmente, o compuestos como el octilfenol, que se utiliza para la fabricación de productos de limpieza. En los 15 tramos restantes el mal estado del agua se debe a una mezcla de ambos factores.

Desde la Consellería de Infraestrutura e Mobilidade aseguran que «los objetivos medioambientales se cumplen en Galicia Costa en un 77?%», según la valoración conjunta de todos los datos que maneja el organismo.

Personas que viven o trabajan en contacto con los ecosistemas fluviales mantienen su preocupación por la situación de los cauces gallegos. Eloi Saavedra, representante de la Sociedade de Caza e Pesca de Xubia, lamenta que «para a Administración o río só é unha canle para conducir residuos ao mar, producir enerxía e, en último lugar, obter auga para beber. Non os consideran ecosistemas. Esto se ve en que deixan os ríos en mans de enxeñeiros e non de biólogos». Culpa de la contaminación a los vertidos industriales y la sobrefertilización del terreno para uso agrario. «Fai un tempo apostei con un amigo que podía contar un vertido diario e o logrei durante 15 días seguidos, só tirando de noticias», cuenta, intentado llevar la situación con humor.

En la cuenca donde trabaja, ubicada en la zona de Ferrolterra, el último problema se dio en abril de este año en el río Xubia. «Choveu moito e as depuradoras o vertido sobrepasou a capacidade das depuradoras», cuenta. Aunque lo que más les preocupa es el estado del embalse de Forcadas, que abastece a la comarca de agua potable. «As beiras do río están sobrefertilizadas e o nivel de microcistinas -un tipo de bacteria tóxica- encarece o proceso de depuración da auga. Aínda así, unha parte desta sustancia, que é moi perxudicial para o fígado, sempre pasa o filtrado», explica. Considera que es un problema estructural: «As colonias de microcistinas son un clásico nas Forcadas. En maio a auga xa é de cor verde».

Jorge García Duarte, representante de la Asociación Deportiva de Pesca Santa Comba-Xallas y exsecretario de la Federacion Gallega de Pesca, coincide con su colega en que la problemática de los ríos gallegos es estructural. «Na maoiría dos concellos se mezclan os vertidos pluviais e fecais nas depuradoras. Funciona ben ata que hai unha tormenta e se sobrepasa a súa capacidade», dice. Como pescador, advierte que hay una disminución paulatina en la cantidad y la calidad de las capturas: «Os ríos non son capaces de producir máis vida». Explica que, según algunas investigaciones, la calidad del agua de una zona disminuye al mismo ritmo que aumenta su PIB. «O problema non é só a actividade industrial ou agraria, senón a falta dun saneamento real nos núcleos de poboación», señala. «Non resulta políticamente rentable mellorar o saneamento das cidades porque se trata dunha obra que molesta moito e os resultados non se ven», lamenta.