El Vaticano archiva el caso del exdeán acusado de abusos a un menor en Mondoñedo

m. s. c. MONDOÑEDO / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

No ve indicios suficientes para iniciar un proceso contra el sacerdote, ya de avanzada edad

27 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede ha archivado el caso del exdeán de la catedral de Santiago, José M. Díaz, acusado en su momento de abusos a un menor en Mondoñedo, donde reside ahora.

El archivo se lo ha comunicado la Santa Sede al Obispado de Mondoñedo, que fue donde se inició el procedimiento el 3 de septiembre del pasado año a raíz de la presentación de una denuncia. Entonces el obispo, Luis Ángel de las Heras, abrió una investigación previa sobre dicha acusación nombrando como delegado-instructor y notario, respectivamente, a dos sacerdotes de la diócesis. El cura denunciado, ya de avanzada edad, fue apartado temporalmente de sus funciones públicas por el Obispado como medida cautelar, siempre dentro del respeto a la presunción de inocencia.

El 5 de febrero de este año concluyó la investigación realizada por parte del Obispado de Mondoñedo. Dos días después, Luis Ángel de las Heras trasladó las diligencias de la investigación a la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, que es la instancia competente en este caso dentro de la Iglesia.

Ahora, en su resolución, la Santa Sede afirma que «tras un estudio atento del expediente recibido por parte del Obispado de Mondoñedo no encuentra indicios suficientes para iniciar ningún proceso administrativo o judicial en relación a esta causa, y solicita que se revoquen las medidas cautelares».

También añaden desde el Vaticano que «las partes interesadas ya han sido informadas sobre los términos de dicha resolución y el obispo ha procedido a revocar las medidas cautelares adoptadas con el sacerdote, de modo que ya puede ejercer el ministerio público».

«Máxima transparencia»

Finalmente, desde el Obispado de Mondoñedo reiteran su «máximo interés y firme compromiso en la erradicación de cualquier abuso de poder, de conciencia y sexual en el seno de la Iglesia, obrando con la máxima transparencia en toda investigación y desde la colaboración con las autoridades judiciales. Manifestamos nuestra voluntad de acoger, escuchar y acompañar a cualquier víctima que lo solicite y de redoblar esfuerzos en materia de prevención; todo ello sin menoscabo de la presunción de inocencia», apuntan.