Varias especialidades de Educación no cubrirán plazas

Mónica Pérez Vilar
Mónica p. vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Imagen de archivo de unas oposiciones de educación en Lugo en el año 2019
Imagen de archivo de unas oposiciones de educación en Lugo en el año 2019 ALBERTO LÓPEZ

El 16 % de inscritos pasó a la segunda fase de la oposición

16 jul 2019 . Actualizado a las 11:18 h.

Lo que empezó siendo una carrera con 9 aspirantes por cada plaza ya ha bajado a un candidato y medio para cada uno de los 2.064 puestos ofertados en las oposiciones de educación de este año en Galicia. De los casi 18.800 inscritos en las pruebas han pasado a la segunda fase poco más de 3.000. Es decir, el 16 % de quienes se apuntaron continúa en el proceso tras superar la primera prueba celebrada el pasado 22 de junio. En la convocatoria del año pasado apenas el 10 % habían aprobado el primer ejercicio.

Desde academias preparatorias como Premir o Nós dicen haber notado ese aumento en el número de aptos en primera fase, pero recuerdan que la situación difiere de manera notable según la especialidad. «Hai algunhas ramas nas que pasaron á segunda proba menos persoas que prazas hai ofertadas», explica el preparador Roberto Rey. En lo que toca a secundaria, por ejemplo, la especialidad de formación y orientación laboral ofrece 60 plazas, pero continúan en el proceso apenas 40 candidatos. Lo mismo sucede con Administración de Empresas, con poco más de 40 aprobados para 50 plazas, o en Economía, con ligeramente menos aprobados que puestos ofrecidos (65). «Iso non quere dicir que sexa máis fácil aprobar a segunda fase, como erroneamente pensan algúns opositores. Se a un tribunal non lle treme o pulso suspendendo no primeiro exame tampouco ten por que ser máis xeneroso agora. Non é obrigatorio que o número de aprobados complete o número de prazas», explica Rey.

A nivel global, el número de candidatos a una plaza de maestro de primaria todavía duplica al de vacantes (770 plazas para 1.684 opositores convocados a la segunda prueba). En secundaria son 1.176 los candidatos que siguen en la lucha por hacerse con alguna de las más de mil plazas (834 de acceso libre y 276 de promoción interna). Respecto a los candidatos a profesor en las escuelas oficiales de idiomas gallegas, han pasado la primera prueba 48 aspirantes a 30 plazas. Los que no se cubrirán son los 138 puestos de profesores técnicos de formación profesional, ya que en esta categoría han superado el primer corte solo 126 personas.

Segunda prueba

Los 3.034 opositores que han llegado a la segunda fase del proceso selectivo ya están enfrentándose estos días a las pruebas en los distintos tribunales repartidos por las ciudades gallegas. Si los primeros ejercicios realizados en junio tenían por objeto demostrar los conocimientos específicos de la especialidad docente a la que se opta, ahora es el momento de evaluar las aptitudes pedagógicas de los aspirantes.

Aunque con ciertas diferencias según la especialidad, la segunda prueba consta de dos partes. En la primera, el candidato debe exponer una programación para todo un curso escolar compuesta por varias unidades didácticas, que el examinado ha elaborado previamente y que entrega al tribunal una vez ha aprobado la primera fase. La segunda parte consiste en desarrollar y defender de manera oral una unidad didáctica. El día de la exposición se realiza un sorteo y se extraen tres unidades relacionadas con el temario oficial de la especialidad. De entre ellas, el opositor escogerá una para exponerla ante el tribunal. En total, la prueba dura alrededor de una hora y puede incluir un pequeño debate con los miembros del grupo evaluador.

El gran temor: quedarse en blanco

Precisamente el carácter oral de esta segunda prueba es una de las preocupaciones de quienes han logrado avanzar en el proceso selectivo. «No quedarme en blanco, expresarme bien, transmitir lo que quiero decirles y que no noten mi nerviosismo es lo que más me inquieta», cuenta Isabel, que aspira a una plaza en secundaria por la especialidad de Física y Química y que lleva preparando a fondo la cita desde antes siquiera de saber si había aprobado el primer examen. Incluso ha pedido prestadas aulas de institutos y asociaciones para ensayar de manera más realista su exposición.

La semana también ha sido intensa para Jorge, candidato por Geografía e Historia, al que su apto en el primer examen cogió por sorpresa. «No tengo la segunda parte tan preparada como me gustaría, hay mucho que mirar, tengo la mesa llena de papeles. Están siendo días intensos, de dormir poco y comer mal», explica. Cree que la exposición es la parte más difícil del proceso selectivo «por ser delante del tribunal con tan solo un folio como apoyo». Por el contrario, Manuel, su compañero de especialidad, asegura que le tenía más miedo a la prueba escrita «porque es más difícil pasarla».

Los tres se enfrentan por primera vez a la parte oral de las pruebas, algo que no ha conseguido Sabela, que oposita a maestra, y que no logró pasar a la segunda fase: «El año pasado me sentó peor no aprobar pero como este curso al menos ya estoy en las listas para sustituciones me lo tomo con más filosofía. Esta oposición es una carrera de fondo», dice animosa.