Los tres exalcaldes de las mareas rebajan el tono político

X. Gago / R. Pita / J. Capeáns REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Xulio Ferreiro, Jorge Suárez y Martiño Noriega, los regidores de las mareas que llegaron en el 2015 para «mudalo todo», se han apartado del foco principal con diferentes intensidades

14 jul 2019 . Actualizado a las 08:59 h.

Los políticos de la democracia que iban dejando sus cargos siempre describieron ese momento con la metáfora del teléfono que deja de sonar. Ahora hay más señales de que uno ha pasado a la reserva, pero si el puesto que se abandona es el de alcalde, sin duda las llamadas descienden drásticamente. Y los biorritmos.

A excepción de Martiño Noriega, que ya tenía experiencia política y de gestión, los alcaldes que levantaron el bastón de mando en el 2015 en las tres ciudades coruñesas eran grandes desconocidos para el público en Galicia, y pasaron en muy poco tiempo a incardinarse en el debate central de la política, por la gestión y por el controvertido rol que desplegaron en el partido político En Marea. Congeniaron, adivinaron los mismos problemas y enemigos e intentaron tener tanto en común que ellos mismos se identificaron como los «tres tenores». Ahora, desposeídos, se han movido del centro de la escena con distintas intensidades.

Ferreiro, el más radical

El exalcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, ha evitado el protagonismo político o público después del pleno de investidura de la nueva regidora, la socialista Inés Rey. Aseguró tras la derrota electoral que, después de un período de vacaciones, volvería a dar clases en la Universidade da Coruña, en la que es profesor de Derecho Procesal. También anunció que abandonaría la corporación municipal y que continuará en la Marea Atlántica, pero insistió en que evitaría pronunciarse de manera pública sobre las decisiones, y de momento ha cumplido.

Tampoco se decantó por un sucesor para el cargo de portavoz de su partido. En su despedida no se refirió directamente a ninguno de los concejales de su gobierno, aunque sí destacó a su asesor durante los últimos cuatro años, Iago Martínez, que iba de número siete en la candidatura y pudo entrar en la corporación cuando el exregidor anunció que no recogería su acta de concejal. Finalmente, Martínez no fue el elegido. Ese cargo recayó en la número dos de la candidatura, la exconcejala de Medio Ambiente María García, mientras que el exasesor de Ferreiro se convirtió en viceportavoz y «coordinador político» del grupo municipal. El principal damnificado por esas decisiones fue el exconcejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, que había ganado peso durante el mandato.

Suárez: oposición o pacto

El exalcalde Jorge Suárez busca su sitio en el Concello de Ferrol, tras haber perdido unas elecciones que redujeron a la mitad el número de apoyos de Ferrol en Común y también el número de ediles. Ya tiene oficina como nuevo portavoz del grupo municipal, y después de haber firmado un acuerdo de estabilidad con el gobierno en solitario del PSOE, empezó a hacerle oposición dos días después, criticando por ejemplo la propuesta de sueldos y asesores para el mandato. Y ha adelantado que puede ser la tónica.

Suárez compagina su papel en el Ayuntamiento con su trabajo de funcionario en la Fiscalía de Menores de A Coruña, donde tiene su plaza, a la que se reincorporaba días después de las elecciones. Pero todavía no ha vuelto al trabajo: «Xa estou incorporado», aseguró, «pero estou gozando do meu dereito a vacacións, que son 23 días laborais».

Ahora resta por ver qué pasará con la dedicación parcial que el gobierno local ofrece a Ferrol en Común: si se la quedará él, algún otro de sus ediles o si renunciará a ella, después de que Suárez criticase en los últimos días la existencia de estos sueldos en la oposición, compatibles con otra actividad laboral fuera del Concello, y percibiendo el mismo sueldo que si fuese exclusiva.

El futuro de Martiño Noriega

Del presente de Martiño Noriega sigue dando cuenta el propio exalcalde de Santiago y Teo, que permanece activo en las redes sociales describiendo sus actividades diarias y sus posicionamientos. Y del futuro, habla más su entorno que él mismo. El líder de Compostela Aberta, que ha gobernado sin cargo directivo en el partido, inició una «transición» con el horizonte en finales del 2019. Sus primeras semanas como jefe de la tercera fuerza en el pazo de Raxoi se las ha tomado más como abogado defensor de lo realizado por él mismo que de fiscal opositor.

Como edil con dedicación parcial de 21 horas semanales, el salario de Noriega no llegará ahora a los 30.000 euros brutos, en torno al 40 % menos. Trabajo fuera del Concello no le va a faltar como médico de familia que es, pero el sumar años alejado de la profesión también despierta dudas sobre si debería reincorporarse al Servizo Galego de Saúde antes de desengancharse por completo. En el otro lado de la balanza está la familia y la política, que sigue llamando a su puerta.

El último en reivindicar su figura ha sido el parlamentario de En Marea Antón Sánchez, que puso su nombre a circular en un evidente intento de colocar piezas estratégicas ante una hipotética refundación de la marea autonómica. Decidirá él solo, pero nunca antes de escuchar a su mentor Beiras y de observar y valorar cuál es el posicionamiento de Anova, la que sería su plataforma nacional.