El hundimiento del muelle de O Marisquiño, captado por las cámaras de seguridad

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

La Voz

Contempla aquí el momento, el 12 de agosto del 2018, en el que la estructura colapsa, causando 467 heridos

16 ene 2023 . Actualizado a las 14:30 h.

23 horas, 53 minutos y 24 segundos del 12 de agosto del año pasado. Dos cámaras de seguridad graban el instante exacto del hundimiento del muelle de As Avenidas de Vigo en la clausura del festival de O Marisquiño, en el que resultaron heridas 467 personas. Las películas que registran ambos puntos de vigilancia forman parte del sumario judicial abierto sobre el accidente.

Las dos cámaras apuntan certeramente a la explanada del muelle de madera que se desplomó y están integradas en el sistema de control de la Autoridad Portuaria de Vigo. Las grabaciones en manos del juzgado, a las que ha tenido acceso La Voz, comienzan respectivamente ocho y nueve minutos antes de las doce de la noche mostrando cómo miles de personas disfrutan con el concierto del rapero Rels B en la clausura del festival urbano. El espacio del concierto, ubicado ante la delegación de la Xunta en Vigo, está a rebosar de gente. No hay apenas espacio para saltar y por eso los asistentes solo mueven los brazos siguiendo el ritmo del cantante.

La cámara 1 enfoca al lateral del paseo desde la zona del Náutico. La cámara 2, la más nítida y sin embargo la más alejada, está a 500 metros, en lo alto del hotel Bahía, y capta el recinto desde su vértice inferior. En la primera grabación el suceso se recoge a los 2.07 minutos de su comienzo. Un espectacular latigazo recorre el muelle de madera de izquierda a derecha en plena actuación. Se hunde la parte central y el resto del paseo colocado sobre una losa de hormigón se eleva durante dos segundos en su extremo haciendo caer a medio millar de personas a lo largo de 440 metros. Teléfonos móviles y otros efectos salen disparados. Una parte del público se pone de pie al instante, otros tratan de salir a toda prisa del cráter abierto a sus pies, mientras se observa que más de la mitad del aforo sigue ajeno al siniestro escuchando a Rels B, cuyo escenario no es captado por las cámaras. Varios chapoteos en el agua permiten intuir que algunos de los afectados han caído al mar.

Imagen clara

La grabación de la cámara 2 es más concluyente y espectacular si cabe. Su visión es más amplia que la anterior. Se ve prácticamente todo el muelle, aunque tampoco el escenario, pero sí se capta a diferencia de la anterior una ambulancia de retén a unos metros del punto del suceso y el movimiento de los dos puestos de bebidas. Uno de ellos se quedó literalmente sin suelo en el momento del hundimiento. Se ve claramente cómo su personal y el público que esperaba sus consumiciones caen sin posibilidad de evitarlo unos sobre otros y sobre los pilotes que formaban la estructura del paseo. Se observa también que hay dos personas que caen al agua entre el enjambre de pilares y tablones y cómo algunos de los que se precipitaron en el mismo lugar se asoman enseguida para intentar ayudarles. Los dos optan sin embargo por comenzar a nadar con toda celeridad hasta una embarcación deportiva amarrada frente al muelle, quizás ante el temor a nuevos derrumbes.

Iluminados por los móviles

Entre los pilotes que desde los años noventa sostienen el paseo son visibles luces de pantallas de teléfonos móviles y tabletas que sus portadores mueven para ver dónde han caído o para que les vean los que han quedado arriba. Los relatos de los heridos describen ese momento como el más angustioso, al quedar atrapados bajo gente que se precipitaba sobre ellos, las columnas de hormigón y los largos maderos del paseo que se rompieron. La marea inusualmente baja ese día evitó que los que quedaron sin poder moverse bajo la estructura del paseo pudieran haberse ahogado.

Las grabaciones muestran cómo algunos de los asistentes cercanos a uno de los puestos de bebidas se salvan por segundos de ser tragados en el desplome, optando unos por alejarse lo más posible del lugar y otros por volver para asir a los que quedaron más cerca de la superficie.

La mayor parte del público continuó atenta al concierto, según fuentes presenciales, porque con el volumen de la música les pasó desapercibido el estruendo del hundimiento y porque los movimientos de la masa que se desencadenaron en el lateral del recinto del concierto fueron interpretados como reacciones al espectáculo musical. No fue hasta pasados más de dos minutos cuando Buco, acompañante habitual en los conciertos de Rels B, advirtió desde el escenario a los presentes de que algo grave había ocurrido en el recinto y que podía haber personas heridas de gravedad.

La segunda película se corta a los 3.20 minutos de iniciarse y la primera, que dura 7, se mueve para apuntar al infinito y edificios de la calle posterior desde el minuto 4.49.

Las imágenes desmienten un efecto resonancia del muelle por saltos del público

En los primeros instantes tras el accidente de O Marisquiño, expertos en estructuras de hormigón apuntaron como hipotético origen del siniestro el colapso por la resonancia causada por los saltos de los asistentes al concierto. Las imágenes de las dos grabaciones llevan ahora a descartar esa posibilidad. El público apenas tiene sitio para moverse sobre el entarimado de madera, y solo puede seguir con sus brazos el ritmo de la música. No se aprecia a gente saltando y menos de manera sincronizada desencadenando el temido efecto que se trata de evitar en los puentes, por ejemplo obligando a romper filas a las dotaciones militares cuando llevan a cabo un desfile.

Las dos películas ratificarían así los informes de dos peritos expertos en el comportamiento de estructuras de hormigón y acero, que rechazaron cualquier efecto en el paseo de los congregados en la clausura de O Marisquiño, achacando en cambio el desplome al pésimo estado del muelle, que nunca fue revisado ni reparado desde su construcción a principios de los años noventa. Uno de los técnicos incluso señaló por escrito a la jueza, como consta en el sumario, que el muelle solo ofreció garantías de integridad en sus seis primeros años de vida, hasta 1999, pudiendo haberse caído en cualquier momento desde entonces.

Asistencia sanitaria

El segundo de los vídeos del sumario de O Marisquiño da cuenta de la presencia de una ambulancia al pie del concierto. La música y la incertidumbre generada tras el desplome hacen que hasta 1.02 minutos del accidente no se avise al personal sanitario ubicado junto al vehículo. Este tarda algo más de medio minuto en acercarse hasta el cráter abierto en el paseo y tras comprobar que ha ocurrido algo, uno de ellos regresa a la ambulancia, previsiblemente a dar aviso.

Miembros del servicio de seguridad del resto de las instalaciones de O Marisquiño se aproximan a los 1.47 minutos del accidente hasta el lugar del concierto, mientras los primeros grupos de asistentes que no se vieron implicados en el siniestro se retiran del lugar. Poco después llegaría el momento de buscar posibles heridos en el agua.