Cuando el hospital está en casa: «Para mejorar la asistencia y la calidad hay que ampliar las plantillas»

Mila Méndez Otero
Mila Méndez A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

La doctora Leticia Hermida, del servicio de Hospitalización a Domicilio del Chuac
La doctora Leticia Hermida, del servicio de Hospitalización a Domicilio del Chuac MARCOS MÍGUEZ

La doctora Leticia Hermida Porto atiende desde el 2001 a los pacientes hospitalizados en casa, así es esta asistencia

09 jul 2019 . Actualizado a las 13:28 h.

El día a día de esta doctora del Hospital Marítimo de Oza (A Coruña) es un tanto particular. Leticia Hermida Porto no supervisa a los enfermos ingresados en las habitaciones del complejo. Tampoco en consulta. A las ocho de la mañana, y tras comprobar la evolución de los pacientes asignados, diseña su ruta y coge el coche. La médica de la pionera Unidade de Hospitalización a Domicilio (HADO) del Chuac es una de las responsables del plan estratégico con el que el Sergas quiere extender este servicio a toda la comunidad los 365 días del año.

-¿En que se diferencia de la asistencia domiciliaria?

-Son pacientes que generan un ingreso pero que, en vez de ocupar una cama física del hospital, están en su domicilio, donde los atendemos médicos y enfermeros. Los cuidados y medidas terapéuticas son del mismo rango que en el hospital.

«Es una atención más humana, más intensa. Desgasta más en lo psíquico que en lo físico»

-¿A qué pacientes se ofrece?

-A los que pueden ser altas precoces en el hospital, los que continúan con antibióticos, enfermos con infecciones, insuficiencias cardíacas, curas complejas o paliativos.

-¿Es igual de seguro?

-Es un ingreso voluntario y siempre hay más beneficios que riesgos. La mayoría de los estudios, y nuestra práctica clínica, nos dicen que es positivo. Disminuyen muchas complicaciones hospitalarias de infecciones por gérmenes complejos.

-¿Sirve para todos?

-El paciente ha de estar medianamente estable, no se prevé que sea subsidiario inmediato de la UCI o de una cirugía urgente, y debe tener un cuidador en casa.

-¿La supervisión es la misma?

-Están igual de vigilados. Hacemos visitas, analíticas y todos los controles que recibe un paciente que ocupa una cama en el hospital. Muchas veces, se alargan los ingresos en el hospital por un suero o tomar un antibiótico. Además, hacemos educación sanitaria. Incluso se mejora la asistencia respecto al hospital.

«Muchas veces se alargan los ingresos en el hospital por un suero o tomar un antibiótico»

-¿Cambia el trato?

-Los atendemos donde viven, donde están siempre. Esto ayuda a entender muchas cosas a veces. Nos adaptamos más a su vida.

-¿Cómo reciben los pacientes este tipo de ingreso?

-Al principio, se preguntan extrañados: ‘¿Me envían a casa?’. Trabajé en el medio rural, en Cee, donde empecé en el 2001, y en el urbano. Mi percepción es que una vez que ven que los acompañamos y están arropados, prefieren estar en el domicilio, con mucha menos angustia y estrés. Otra cosa es que se pueda. Cada vez nos encontramos con más pacientes nonagenarios que, o viven solos, o viven con otro nonagenario que no puede cuidarlos.

-¿Y si no hay un cuidador?

-Nuestra meta es que en el futuro podamos organizar un sistema de voluntariado con personas que ayuden a otras en los domicilios.

-Y el médico, ¿se estresa más?

-Personalmente, me estresa más el hospital. El coche y estar de un lado para otro, cansan. Pero los que estamos aquí es porque creemos en esta unidad. Además, el desgaste físico no es lo más duro.

-Qué lo es entonces?

-El psíquico. Es una atención muy humana. Emocionalmente es más intensa. Entras en sus casas, los acompañas, tantos a los paliativos como a los crónicos avanzados. Desgasta mucho porque te implicas más. Hay que saber gestionar esa parte.

-¿Trabajan todo el año?

-La unidad de A Coruña es, con la de Ourense, la única que da cobertura los 365 días del año. El resto, tienen médico solo de lunes a viernes y enfermería hasta los sábados.

-¿Dará tiempo a culminar el plan estratégico en el 2023?

-Queremos unificar la unidad y que haya una equidad en toda Galicia. La dispersión dificulta las cosas, tal vez habrá que crear unidades volantes en algunos puntos. Lo que está claro es que para ampliar la asistencia y que sea de calidad hay que ampliar los medios. Es decir, las plantillas, contratar a más personal. No se pueden ampliar a lo loco las áreas de actuación. Si de verdad aumentan los recursos humanos, son factibles las ampliaciones. Esta es la promesa de la Consellería.