La jueza frenó días antes del crimen el arresto del hombre que asesinó a su mujer en el CHUO

La Voz OURENSE

GALICIA

Aniceto Rodríguez durante el juicio por el asesinato de su esposa
Aniceto Rodríguez durante el juicio por el asesinato de su esposa Miguel Villar

«Si lo detenéis lo pondré en libertad», advirtió a los guardias que querían prender a Aniceto Rodríguez

29 jun 2019 . Actualizado a las 20:04 h.

La jueza instructora del caso de Isabel Fuentes, la mujer asesinada por su marido en el CHUO el 8 de mayo del 2015, frenó la intención de la Guardia Civil de detener a su homicida, Aniceto Rodríguez, diez días antes de que este cometiese el crimen en el hospital ourensano. Eso es lo que refleja el testimonio de guardias civiles de Verín que prestaron declaración ante el promotor de la acción disciplinaria contra la instructora de la causa, según ha podido saber este periódico. El CGPJ resolvió hace semanas que no había motivos para abrir expediente sancionador a la togada, Cristina María Fernández Viforcos.

Todo comenzó cuando Aniceto atacó a su mujer con un martillo en su casa familiar de Verín en la madrugada del 1 al 2 de abril del 2015, causándole graves heridas. El agresor aseguró que el ataque fue cometido por un ladrón que entró en la vivienda. El responsable de la Guardia Civil de Verín consideró sospechoso del crimen a Rodríguez casi de inmediato, descartando la hipótesis del supuesto asaltante. Por ello, el 28 de abril urgió a la jueza a que tomara medidas cautelares contra él. «Sin resolución judicial no se podía impedir al sospechoso acercarse a la víctima en el hospital», advirtió a la autoridad judicial. «Él (Aniceto) podía estar a solas con la víctima e incluso pernoctar con ella en la habitación», comentó a Fernández Viforcos. El guardia planteó directamente a la jueza que «si no se adoptaban medidas, la única opción que quedaba policialmente era proceder a la detención de Aniceto por los indicios existentes». Ante ello, según el testimonio del miembro de la Benemérita, la jueza replicó contundentemente: «Si lo detenéis lo voy a poner en libertad sin ninguna medida de protección».

Previamente, el 24 de abril, el instructor policial ya había solicitado a la jueza la intervención del teléfono de Aniceto. También pensaba pedir a la autoridad judicial que «se oficiara un escrito al jefe de Reanimación del CHUO para que mantuviera a Isabel Fuentes en reanimación o en un departamento similar, donde pudiera estar vigilada y con visitas restringidas en todo momento». Ninguna de las peticiones fue atendida.

El 29 de abril Isabel fue trasladada a una habitación de planta. Allí, a las seis de la mañana del 8 de mayo, su marido acabó con su vida clavándole cuatro veces un cuchillo. Aniceto fue condenado en junio de 2017 a 31 años de prisión, 19 por el asesinato consumado y doce por el intentado en la vivienda de Pazos. Murió en septiembre del 2018 -tenía 78 años- a causa de un fallo cardiovascular, cuando cumplía condena en la prisión de A Lama.

Recurso de la familia

La letrada de la familia de Isabel Fuentes, Beatriz Seijo, se plantea recurrir de nuevo ante el Supremo el archivo del expediente contra la jueza. «Tras la nueva documentación y testimonios queda muy claro que no prestó la atención correcta y no siguió el procedimiento aconsejable para defender la vida de Isabel», valoró. El portavoz de los familiares, Santiago Martínez, expuso que harán «lo necesario para que el crimen, que se pudo evitar, no quede en el olvido. No permitiremos que no haya el castigo adecuado a las personas o instituciones que fallaron en su momento».

El promotor de la acción disciplinaria contra la jueza descartó que hubiera actuado de forma negligente. A su juicio, las resoluciones dictadas fueron correctas. «No pueden calificarse como de ilógicas, irracionales, arbitrarias o disparatadas; ni carentes por completo de justificación», afirmó.