Casi 400 zonas de baño con agua excelente en las playas gallegas

GALICIA

CARMELA QUEIJEIRO

El 95 % de las áreas analizadas por la Xunta cuentan con calidad óptima o buena

14 jul 2020 . Actualizado a las 21:29 h.

Playas salvajes, arenales urbanos, calas diminutas, orillas kilométricas... Galicia tiene en sus playas un auténtico tesoro y la calidad de sus aguas es uno de sus principales atractivos. Para certificarla, la comunidad cuenta con el mayor número de puntos de muestreo de entre todas las autonomías. Casi uno de cada cuatro enclaves de análisis de España está en territorio gallego. Y los resultados difícilmente pueden ser mejores. De los 507 puntos controlados por la Xunta, el 95 % tienen aguas de calidad buena o excelente.

Si nos centramos en las zonas costeras con nivel óptimo, la temporada estival arranca con 393 zonas de baño de máxima calidad en las playas del litoral gallego. La cifra está por encima de las 9 de cada 10 analizadas. La provincia de A Coruña concentra el mayor número, con 184, seguida de Pontevedra, con 167. La costa lucense cuenta con 42. Y la administración autonómica ya estudia otros siete enclaves que podrían ser añadidos en próximas temporadas al censo oficial de zonas de baño y de las que cinco arrojan resultados excelentes en cuanto a calidad de agua.

Además, las cifras mejoran año a año. Desde el 2011 -primer ejercicio en el que se empleó la metodología actual- las zonas de baño costeras óptimas eran 330. Hoy rozan las 400. La Xunta resalta que, temporada tras temporada, «obsérvase unha tendencia á mellora na calidade das augas, ao aumentar a porcentaxe de praias con clasificación sanitaria e diminuír aquelas con clasificación sanitaria insuficiente». De hecho, las 5.408 muestras recogidas a lo largo del pasado verano han dejado tan solo dos arenales costeros cuya calidad del agua no llega al aprobado. Se tratan de Virxe do Camiño, en Muros, y Lires, en Cee. Esta última queda a partir de ahora fuera del censo de zonas de baño seguras, al no lograr los estándares mínimos de calidad durante cinco temporadas seguidas. Y es que la clasificación de las distintas playas se realiza teniendo en cuenta las analíticas de los cuatro años anteriores, tal y como marcan las directrices comunitarias.

Diez muestras por verano

La Dirección Xeral de Saúde Pública es la encargada de ejecutar el Programa de vixilancia sanitaria das zonas de baño. Los trabajos de análisis comienzan a mediados de mayo, con la toma de una muestra de agua previa al inicio de la temporada, fijado en el 1 de junio. A lo largo del verano se cogen y envían al laboratorio situado en Lugo otras nueve muestras, con una frecuencia quincenal. Esto permite detectar cualquier vertido puntual. Si se percibe algún nivel anormal de contaminación microbiológica, se comunica de manera inmediata al ayuntamiento responsable para que advierta a los posibles usuarios que no se recomienda el baño de manera temporal, hasta que los niveles vuelvan a la normalidad.

El objetivo es evitar los riesgos para la salud que podría suponer exponerse a aguas con contaminación bacteriana. Gastroenteritis o afecciones respiratorias son los más habituales. Las analíticas miden, concretamente, los niveles de E-Coli y Enterococo intestinal presentes en el líquido recogido. El resultado: la inmensa mayoría de las playas gallegas aprueba con buenísima nota la asignatura de la calidad sanitaria de sus aguas.

XAIME RAMALLAL

Las analíticas prohíben el baño de manera permanente en 18 áreas

La legislación marca que cuando las aguas sean clasificadas como de calidad insuficiente durante cinco años consecutivos, deberá desaconsejarse el baño en la zona de manera permanente. En los últimos años, 18 playas marítimas y fluviales han sido eliminadas del listado oficial de zonas de baño por sus malas analíticas. La de Lires, en Cee, ha sido la última. Antes que ella ya habían caído otros doce arenales coruñeses (Ría de Barrañán, Regueiro, Peralto, Camelle, Area da Vila, A Concha, A Concha-Cee, Barallobre, Testal-Taramancos, Santa Cruz Porto, Centroña y Ver) y uno lucense (Penaoural), además de las playas fluviales de Río Saa y San Clodio, en Lugo, y las de Río Arzoá y el área recreativa de Río Ourille en Ourense. «Es un pequeño porcentaje pero es donde hay que hacer los mayores esfuerzos a la hora de identificar las causas y corregirlas, aunque a veces depende de importantes inversiones en depuración», señala Ángel Gómez Amorín, subdirector xeral de Programas de Control de Riscos Ambientais para a Saúde.

La mitad de las playas fluviales logran la calidad máxima

El informe de Saúde Pública sobre las zonas de baño gallegas incluye también localizaciones de interior como playas fluviales y embalses. En total, el censo oficial recoge 69 puntos de análisis continentales: 21 en la provincia de Pontevedra, 20 en la de Ourense, 16 en la de Lugo y 12 en la de A Coruña. Los resultados son algo peores que los obtenidos en la costa. Solo la mitad (50,7 %) de estas áreas de baño interiores consiguen la calificación de excelentes en cuanto a la calidad sanitaria de sus aguas. Con todo, sumando aquellas que consiguen la evaluación de buenas, el porcentaje sube hasta el 88,4 % -en el caso de las playas costeras es del 97 %-.

En el extremo contrario, seis playas fluviales se quedan con una calificación de insuficiente respecto a la limpieza del agua. Se trata de las correspondientes al río Furelos, en Melide; al río Tambre a su paso por Brión en el área de Nináns; al río Rois en la zona de Seira, en Rois; al río Neira en Baralla; al río Parga en lo que toca a Guitiriz; y al río Limia en el entorno de O Caneiro, en Baltar.

Playa fluvial de A Calzada
Playa fluvial de A Calzada ÁNGEL LÓPEZ

En algunos embalses, además de la contaminación por E-Coli y Enterococo, se controla también la presencia de cianobacterias -unas algas verdeazuladas potenciales generadoras de toxinas- que pueden provocar irritaciones pero también problemas sobre el hígado. El año pasado fueron supervisadas dos áreas de baño del embalse das Conchas y otras dos del embalse de Prada, ambos en la provincia de Ourense. Tres de las cuatro zonas mantienen una calidad de agua excelente y la cuarta, buena.

Entre las zonas continentales con agua de calidad óptima figuran algunas tan populares como la de A Calzada, en Ponte Caldelas. Este punto del río Verdugo es la única playa fluvial de Galicia que goza de bandera azul, y la segunda en España, tras la extremeña de Orellana la Vieja. La playa de Tapia, en Ames, o la de Ponte Sampaio, en Pontevedra, también con gran afluencia, son otras de las excelentes.