La ruptura de En Marea: una crisis latente que se precipitó hace un año

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

Tras la quiebra del partido, la falta de consenso sobre el candidato al Senado ha dividido también el grupo parlamentario

19 jun 2019 . Actualizado a las 22:47 h.

En Marea está en crisis desde su propia creación, incluso antes de que no ganase las elecciones autonómicas del 2016, como pretendía. Pero la ruptura se aceleró en el último año, y los acontecimientos se precipitaron hasta que se hizo oficial la división de las dos corrientes en dos organizaciones políticas. 

Debate interno

Petición de primarias. El verano pasado se creó la Mesa pola Confluencia, un foro de debate del sector crítico de En Marea promovido por Compostela Aberta y al que no se sumó el sector oficial. La iniciativa finalizó con una petición de adelanto de las primarias para renovar la dirección a tiempo para las elecciones municipales. 

Primarias

La estrategia de Podemos. Las primarias se convocaron a finales del año pasado y Villares anunció que volvería a encabezar una candidatura. El sector crítico tardó en mostrar sus cartas, pero finalmente presentó otra alternativa impulsada por Podemos, ya con Gómez-Reino en la dirección gallega, y encabezada por David Bruzos. Perdió, pero la herida ya nunca cicatrizó. 

Elecciones generales

Ruptura oficial. El adelanto de las elecciones generales precipitó la ruptura oficial. En Marea se presentó por una parte y Unidas Podemos, por la otra. En Marea pasó de cinco diputados en el 2016 a dos -Gómez-Reino y Yolanda Díaz- en el 2019. 

Elecciones locales

Un doble fracaso. La división les pasó a todos factura en las urnas, con el desplome de las mareas locales que en el 2015 se habían hecho con los gobiernos de ciudades como A Coruña, Santiago o Ferrol. Perdieron todos, tanto los afines a Villares como las listas promovidas por Podemos. 

Cisma en el parlamento

A por la cabeza de Villares. La disputa por el senador por designación autonómica es la penúltima batalla del sector crítico por apartar a Villares y a los suyos de los órganos de decisión. Todavía queda pendiente la portavocía, que Podemos quiere arrebatar al juez en excedencia para que sea rotatoria.