Adiós a Antón Cancelas, el gallego que le dijo a Sue Ellen: «Estás bébeda»

OBITUARIOS

Antón Cancelas en su estudio de Vigo
Antón Cancelas en su estudio de Vigo Oscar Vázquez

Empezó con una frase en una película de vaqueros. Fue voz de JR en Dallas y pronunció el mítico «a rañala, raparigo» del Terminator gallego. Ha fallecido este sábado. En junio del 2019 La Voz publicaba esta entrevista en la que repasaba su trayectoria

14 mar 2023 . Actualizado a las 18:21 h.

No recuerda cuál fue la primera frase que dobló, pero sí que han pasado más de 30 años desde que una amiga lo enredó para hacer un curso de doblaje. Era 1986 y desde entonces Antón Cancelas (Vigo, 1955) no dejó de trabajar. Su voz se coló en miles de hogares, a través de personajes que llegaron a ser tan omnipresentes como el villano de Dallas, J.R. Ewing. «En su época era un personaje mítico y la gente todavía no estaba habituada a escuchar un doblaje en gallego, así que les hacía mucha gracia», recordaba en junio de 2019, cuando fue publicada esta entrevista.

No tenía claro si llegó a pronunciar el tópico «Estás bébeda, Sue Ellen», pero sí se reía al contar que le tocó otra frase aún más autóctona: «Seica lle botaches unhas pingas de algo forte ao café, Sue Ellen. Me pareció una frase fantástica, esa sí es una buena adaptación de un idioma a otro», dice.

Cancelas también pronunció la que los gallegos votaron como la mejor frase de doblaje de la historia de la TVG, el «a rañala, raparigo» que Schwarzenegger utiliza en Terminator 2.

Sin embargo, él prefería quedarse con otros trabajos en los que pudo poner voz a grandes de la escena como Anthony Hopkins, Jack Nicholson, Clint Eastwood o Walter Matthau. «Soy poco mitómano pero con lo que ya he hecho tengo cubierto mi puntito de ego», aseguraba, y por eso decía no tener personajes pendientes, aunque no le hubiera importado doblar a Humphrey Bogart.

Más allá de los nombres, reconocía que lo que de verdad le emocionaba eran los proyectos que le permitían buenos registros, aunque los intérpretes fuesen poco conocidos. Y es que Cancelas se declaraba actor vocacional. Incluso sintió la emoción de ganar un Oscar, aunque lo hizo en carne ajena. Fue en 1994, cuando Tommy Lee Jones levantó la estatuilla dorada como mejor actor secundario por El fugitivo. Meses antes, Antón se había encargado de doblarlo al castellano. «Es uno de los trabajos más bonitos que hice, lo pasé realmente bien doblando a ese fenómeno. Así que esa noche me quedé viendo la gala y pensando 'Dios mío, que le toque'. No te puedes imaginar la alegría que me llevé. Empecé a dar botes, como si me lo hubieran dado a mí», rememora.

Este vigués realizó trabajos para toda España, a pesar de que no es fácil llegar al mercado nacional desde Galicia. «Estuve trabajando en Madrid, en Barcelona, en París, en Portugal... y decidí volver porque soy muy gallego, porque me encanta mi tierra y porque prefiero vivir feliz aquí a vivir feliz en Madrid», afirma.

Antón Cancelas, cuando comenzaba su profesión como doblador
Antón Cancelas, cuando comenzaba su profesión como doblador

En la ciudad olívica montó su propio estudio de locución, desde donde trabaja, cada vez más, para Internet: «La Red mueve cada día más trabajo, sean documentales, cuñas publicitarias... Es un nicho de negocio fundamental», apuntaba. En ocasiones también ejerció como DJ, porque la música era su principal afición, y de vez en cuando, incluso actuaba en películas o cortos «simplemente por el placer de hacerlo». Y es que su trabajo, insistía «es vivir de mi voz». Unas semanas antes de esta entrevista había terminado el doblaje de una serie de dibujos animados para Disney, otra para HBO basada en un proyecto de Bruce Lee y una tercera, llamada The Cool Kids, para la Fox. «En la de HBO hago de malo malísimo y me lo paso muy bien pero en la otra soy un jubilado que ya está de vuelta de todo y lo paso aún mejor, me encanta la comedia aunque por mi voz me suelen llamar para los papeles de villano», decía.

Como enamorado de su profesión, Cancelas solo aspiraba a retirarse en ella. «Me gusta mi trabajo, soy feliz con él. No me ha hecho rico pero he podido vivir de esto desde que empecé. Yo con tal de pagar mis facturas a fin de mes haciendo algo que me gusta ya estoy contento».