Un consorcio gallego crea un sistema que inmoviliza el coche de los kamikazes

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El Opel ocupado por una familia quedó en la mediana de la A-6 tras ser embestido por el Mercedes del conductor kamikaze que murió en el accidente
El Opel ocupado por una familia quedó en la mediana de la A-6 tras ser embestido por el Mercedes del conductor kamikaze que murió en el accidente

El programa incluye una plataforma de pinchos que bloquea los vehículos en sentido contrario si se saltan los avisos luminosos y las barreras físicas

05 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es muy injusto que circules con la confianza de que no vendrá nadie de frente y de repente te encuentres con un conductor irresponsable que destroza tu vida y la de tu familia». Álvaro Louro, experto en seguridad vial y especialista en investigación de accidentes de tráfico, se refiere a los últimos casos de conductores que han circulado en sentido prohibido por la autovía A-6, uno de los cuales murió tras estrellarse de frente cerca de Coirós contra el coche de una familia que circulaba correctamente.

La entrada de un vehículo en sentido contrario en autovía o autopista es siempre una situación de máximo riesgo que requiere de una intervención policial inmediata para interceptar el vehículo intruso cuanto antes. Con su empresa de seguridad vial, Fisegvi, y con Balidea, una firma puntera del sector de las tecnologías de la información y la comunicación, Álvaro Louro forma parte de un consorcio con tecnología gallega que ha desarrollado un sistema para impedir la entrada de vehículos por los carriles prohibidos.

La empresa propone un sistema con varias fases, que van desde el aviso al conductor en sentido contrario hasta la inmovilización total con una plataforma de pinchos que frenan el coche.

Cinco casos al mes en Galicia

Tráfico tiene constancia de que cada mes cuatro o cinco conductores circulan en dirección prohibida por las autovías gallegas. La mayoría son de avanzada edad que se han confundido, pese a que se han reforzado las señalizaciones de dirección prohibida en las salidas de autovías y autopistas. Pero hay otro tipo de conductores, los llamados kamikazes, que entran por el carril prohibido a propósito o que conducen de forma temeraria porque han consumido alcohol o drogas. La propuesta del grupo del que forma parte Louro tiene en cuenta a esos peligrosos kamikazes.

El sistema se activa cuando un coche entra por el carril prohibido. Entonces envía a Tráfico y a los servicios de emergencia una alerta de coche en dirección contraria para transmitir la información a través de los paneles de mensaje. En el lugar del acceso equivocado se activan señales luminosas de dirección prohibida y semáforos en rojo para advertir al conductor de su error. Al mismo tiempo se graba en vídeo el coche y su matrícula.

Si el conductor infractor, pese a todos los avisos, continúa su marcha errónea, el sistema baja una barrera, similar a la de los peajes de autopistas, para impedir el paso del vehículo. Si también se salta este último obstáculo físico, entonces se activa una plataforma de pinchos que destrozará los neumáticos del coche y lo inmovilizará antes de que entre en la autovía.