Interceptan un pesquero con 2.500 kilos de coca relacionado con narcos gallegos

J.R. VIGO / LA VOZ

GALICIA

En la imagen, el Gure Leire, un pesquero con base en el puerto vasco de Ondarroa, traía la droga de Sudamérica
En la imagen, el Gure Leire, un pesquero con base en el puerto vasco de Ondarroa, traía la droga de Sudamérica

El barco fue abordado por Aduanas en Azores y llegará el lunes al Puerto de Vigo

04 jun 2019 . Actualizado a las 18:50 h.

Un barco pesquero, con 2.500 kilos de cocaína en sus bodegas, ha sido interceptado por Vigilancia Aduanera a la altura de las islas Azores. El buque, con siete tripulantes, procedía de algún punto de Sudamérica y el destino de la droga era la costa española, probablemente algún puerto del País Vasco, adonde llegaría camuflada entre pescado. La operación fue coordinada por la Audiencia Nacional y desarrollada por Vigilancia Aduanera. Fue la patrullera Fullmar, de Aduanas, la que salió al abordaje del pesquero y consiguió darle captura en un operativo en el que contó con la colaboración de organismos internacionales.

La tripulación, entre la que hay algunos gallegos, ha sido detenida y ya se han empezado a practicar arrestos en tierra.

Tras su captura, el pesquero está siendo remolcado y está previsto que el lunes llegue al Puerto de Vigo, donde se producirá la descarga de la droga y donde se darán a conocer los detalles de la operación.

El barco que transportaba la cocaína era el Gure Leire, con base en el puerto de Ondarroa, por lo que es posible que este fuera el lugar elegido para la descarga. Uno de los responsables del barco es un gallego afincado en el País Vasco, José Luis Ouviña. La tripulación de barco sufrió hace seis años un curioso incidente cuando uno de sus hombres fue atacado por un marrajo mientras faenaba en aguas del Golfo de Vizcaya, tal como publicó en su día El Diario Vasco. Al menos en aquel momento el buque se dedicaba a la captura de tiburones en aguas del Cantábrico. Una de las piezas extraídas del mar atacó a uno de los operarios del barco, que resultó herido.

La investigación que desencadenó el abordaje del pesquero Vasco está dirigida por Vigilancia Aduanera en el Juzgado central 1 de la Audiencia Nacional, de la misma manera que el abordaje fue ejecutado en solitario por el equipo de la Agencia Tributaria.

Aunque en las últimas operaciones de descarga abortadas la previsión de los narcos era esperar con embarcaciones menores al barco que traía la droga desde América, trasvasar la mercancía en alta mar y después trasladarlas a las costas gallegas o del norte de Portugal, en este caso parece que el pesquero tenía previsto realizar la travesía completa y descargar la mercancía de sus bodegas en algún puerto vasco. Aduanas desbarató sus planes.

Cinco operaciones en cinco meses

La operación que ahora se desarrolla en el Atlántico es la quinta en cinco meses. Hace diez días fue interceptado otro barco a 700 millas de Canarias con 1.500 kilos de coca. Había zarpado de Brasil y se aproximaba a las costas europeas con el objetivo, en este caso sí, de trasvasar el alijo a otro barco que lo trasladaría a un puerto del Cantábrico. Narcotransportistas de las Rías Baixas organizaban la descarga para un grupo extranjero, puesto que el destino final de la droga se cree que iba a ser Centroeuropa.

Previamente, Greco Galicia interceptó 340 kilos de cocaína que habían llegado al puerto de Leixoes, en Oporto, para ser trasladados posteriormente por carretera a una empresa de fruta en Ourense. Ese mismo cuerpo policial interceptó un envío de pasta de coca por el puerto de Marín que sería enviado posteriormente, también por carretera, a un laboratorio que la organización tenía en Valencia para procesar la pasta y convertirla en clorhidrato de cocaína.

El 8 de mayo se desencadenaba la última investigación contra el patrimonio de un nombre propio del narcotráfico en Galicia, Juan Carlos Fernández Cores, O Parido, que incluyó propiedades valoradas en tres millones de euros.