Galicia afronta la Semana Santa con 3.000 viviendas turísticas más que hace un año

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Sanxenxo es la localidad gallega con mayor número de viviendas turísticas
Sanxenxo es la localidad gallega con mayor número de viviendas turísticas CAPOTILLO

Esperan una ocupación del 65 % y pocas cancelaciones, pero no abrirán los 8.000 pisos

22 oct 2019 . Actualizado a las 17:54 h.

«Sin pago por adelantado». «Pagarás en el alojamiento». «Cancelación gratis». Son los mensajes que más destacan los hoteles en estos tiempos de las plataformas digitales, por encima de cualquier otra virtud o servicio. También es su manera de competir con el creciente fenómeno de los pisos turísticos, con unas políticas de cobro y cancelación menos flexibles por tratarse de un mercado sin profesionalizar e incipiente. Tanto, que la planta de viviendas no ha parado de crecer en los últimos meses. En la Semana Santa del 2018 Galicia tenía registrados cinco mil pisos, y a 1 de abril de este año ya son 7.996. «Alguno más habrá ya, porque nos llegan peticiones de información todos los días», confirma Dulcinea Aguín, que es la presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga).

Aguín empezó con la gestión de pisos familiares hace décadas en Sanxenxo, y hoy la localidad del Salnés es con mucha diferencia la gran capital del turismo que opta por las viviendas para pasar unos días. O al menos el punto con más oferta, porque acumula 1.566 opciones, más que las provincias de Lugo y Ourense juntas. Por detrás, de lejos, Santiago (538), Vigo (293), A Coruña (273) y O Grove (265).

Han pasado dos años desde la redacción del decreto que regula estas propiedades y el sector todavía busca su meseta. De hecho, esta Semana Santa no estarán a disposición todos los pisos, porque a algunos propietarios no les compensa abrir por cuatro días y las viviendas de carácter vacacional, en la costa, no están preparadas para una semana primaveral incierta. Pero Aguín tiene buenas palpitaciones con la ocupación, especialmente en las ciudades, rondando en total el 60-65%. Y no teme en exceso por las cancelaciones de última hora salvo por causas de fuerza mayor. A su juicio, los clientes que escogen para pasar unos días un piso son en cierto modo más fiables, porque «hay más planificación, fallan mucho menos». Y no oculta que, aunque las políticas de cancelación son libres, «lo habitual es cobrar un tercio de la reserva un par de semanas antes de las fechas reservadas», dinero que ya no se devuelve.

Los hoteles permiten un poco más de margen. En plazas como Compostela, que prevé rondar el lleno en los días festivos de la Semana Santa, era posible reservar hotel este mismo fin de semana de jueves a domingo, y las penalizaciones por cancelación de última hora no se hacen efectivas hasta el lunes o el martes, dependiendo del establecimiento. Lo normal es que solo se cobre la primera noche, lo que vendría a suponer un 25% del montante total. Una cantidad que algunos viajeros están dispuestos a perder con tal de garantizar el buen tiempo, indispensable en algunos destinos más dependientes de la playa o las actividades al aire libre.

Más servicios

La flexibilidad de confirmación es clave en períodos cortos como Semana Santa, pero no tan decisiva de cara al verano, donde la previsión familiar adelanta todo. Aguín está convencida de que antes o después hoteles y pisos turísticos acabarán trabajando de la mano para atraer turismo, pero mientras, cada modelo explota sus ventajas. Las viviendas, asegura, están consolidando clientela que busca «comodidad sin demasiadas restricciones. La mayoría de las casas admiten mascotas y resultamos una opción más segura para familias en las que hay niños o algún miembro con algún tipo de dependencia», pone por ejemplo.

La presidenta de Aviturga confía en que poco a poco se vaya rebajando el recelo que existe hacia un modelo que complementa la oferta en las ciudades y en los destinos más turísticos, pero que está abriendo posibilidades a comarcas en las que apenas existía planta hotelera, sobre todo en el interior de Galicia. De momento, al margen de Santiago, todos los municipios que superan el centenar de viviendas están a pie de playa.

El 88% de los turistas admiten que les influyen las campañas publicitarias

La Consellería de Cultura e Turismo cree que en los puentes y en períodos vacacionales cortos como la Semana Santa, con millones de viajeros de última hora y decisiones que se basan incluso en las previsiones meteorológicas, son determinantes las campañas publicitarias y las acciones para llegar al potencial turista. Por ello, en los últimos días se han reforzado tanto las campañas digitales como las de formatos más tradicionales.

En las últimas temporadas se han realizado encuestas de destino en las que se incluyen preguntas sobre el conocimiento de las campañas y hasta qué punto estas son capaces de motivar un viaje. Según la Xunta, hasta un 88% de los que responden reconocen que, de alguna manera, estas iniciativas publicitarias influyeron en algún momento en el proceso de decisión. 

El sector se enfrenta al reto de convencer a última hora al «viaxeiro hiperconectado»

El cambio de modelo turístico de una década a esta parte, con la consolidación del transporte de bajo coste y la popularización de las plataformas digitales de autogestión del ocio, ha multiplicado las posibilidades de destinos periféricos como Galicia, pero a costa de mucho trabajo. «A comercialización turística é global e imparable, pero temos que facer importantes esforzos de adaptación a estas novas formas de desprazarse, de aloxarse e de disfrutar da propia viaxe», comentan desde el Clúster de Turismo de Galicia. La entidad presidida por Cesáreo Pardal pone como ejemplo el reciente informe publicado por Google el pasado lunes, que decía que tres de cada cuatro viajeros no habían decidido todavía su destino, y que un 30 % del total iban a decantarse a última hora buscando ofertas «ou inspiración para unha escapada».

El reto en esta selva de comercialización es seducir al llamado «viaxeiro hiperconectado», de forma que tenga un gran número de impactos y opciones a su alcance. Ya es habitual, sostienen los profesionales, que ese perfil de cliente juegue cada vez más con varias propuestas hasta quedarse a última hora con una «en función das ofertas e do tempo previsto», y para ello son determinantes las opciones de cancelación sin coste, normalmente más flexibles para las grandes cadenas hoteleras que para los establecimientos de carácter familiar o los pisos turísticos. Este comportamiento dificulta cada vez más hacer previsiones de ocupación, complicando también las necesidades de recursos humanos y materiales, y comprometiendo de forma seria la rentabilidad de una apertura para hacer negocio menos de una semana.

Ofertas propias

Los profesionales del turismo creen, sin embargo, que en estas fechas no se debe fiar todo el movimiento del negocio a las dinámicas de las nuevas plataformas de comercialización, «hai que facer ofertas e propostas propias». Para ello ven necesario plantearse una gestión más inteligente de los clientes, en muchos casos ya conocidos, «anticipando os seus movementos». El turismo de última hora ya no toca en la puerta como antes por motivos difícilmente descifrables. Ahora se deben hacer esfuerzos de captación de reservas ofreciendo impactos y propuestas que no siempre tienen que estar vinculadas a una oferta económica. El precio sigue siendo un factor determinante de consulta, «pero non único». Se valora, dicen los expertos, la oferta de servicios y la posibilidad de contar con algún tipo de promoción, de ahí que se pueda jugar también con fechas alternativas a las vacaciones tradicionales.

En ese punto entra la capacidad de los poderes públicos de llegar al exterior con un mensaje claro y definido, imposible de asumir para las empresas. «A nosa oferta debe diferenciarse pola súa calidade e especialización, eses son os valores que estamos traballando para que o turista identifique o destino e facilitar a súa decisión», refieren desde el departamento autonómico responsable del turismo.