El conflicto que mantiene en vilo a la sanidad gallega dura ya seis meses
09 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.De momento la sanidad gallega no ha chocado con el iceberg. Pero ha ido rozando obstáculos y achicando agua durante años. Y en los últimos meses de forma estrepitosa. Los conflictos en la primaria han sido tantos desde octubre que la consellería de Sanidade no había apagado un fuego y ya tenía dos nuevos focos encendidos. La base del problema es que se ha dejado entrar agua al barco durante demasiado tiempo sin prestar atención. Y cuando todos los ojos estaban en este nivel asistencial, las chispas saltaban de un lado a otro sin control.
La muerte de un paciente en un PAC de A Estrada cuando no había personal médico en el centro dejó ver las carencias de personal de los puntos de atención continuada por la escasez de facultativos. Y en octubre los PAC convocaron una huelga que todavía no ha finalizado. Pero el mismo mes saltó otra polémica en la sanidad, el Sergas tuvo que dar marcha atrás en el intento de crear la figura del pediatra de área. En diciembre dimitieron los jefes de servicio de 25 centros de salud de Vigo y toda la primaria estalló. La sobrecarga asistencial, 50 pacientes en un día, no tener acceso a pruebas diagnósticas y haberse convertido en la hermana pobre del hospital llevó a todos los colectivos a plantarse ante la Xunta, y fue ahí cuando el Sergas empezó a tomar medidas.
Desde entonces ¿qué ha hecho la Administración? Anular la creación de la figura del pediatra de área fue la primera rectificación por parte de la consellería. Después se crearon los famosos grupos de trabajo para mejorar el modelo de atención primaria. En febrero se dio a conocer este documento con 175 propuestas, y sin el apoyo del colectivo más reivindicativo en estos meses, los médicos. La Xunta, además, se avino a aceptar la demanda que los facultativos llevaban meses haciendo a la consellería para dar estabilidad a los médicos precarios, y creó el famoso contrato estable de continuidad, pero tampoco logró el consenso con estas medidas.
Primeros acuerdos
En marzo, con los médicos en contra y un documento de 175 propuestas que no fue recibido con los brazos abiertos, la consellería se reunió con sociedades científicas y colegios médicos. Ahí llegó uno de los primeros acuerdos: 60 plazas nuevas, acceso a todas las pruebas diagnósticas o dar más capacidad de resolución a los jefes de servicio. Pero la convocatoria de huelga dio al traste con el hecho de haber calmado, solo temporalmente, a los médicos.
La huelga en atención primaria, por sus consecuencias y el malestar que generaría en la población, hubiese sido la puntilla a meses de conflicto. Por eso el Sergas quería evitar la convocatoria a toda costa. Cuatro horas de reunión han servido para un nuevo compromiso. De momento el barco sigue navegando, pero los icebergs no han desaparecido.