La valedora se atornilla con el pretexto de evitar un vacío de poder
Milagros Otero retoca su carta de renuncia, deja de reconocer un delito doloso y se otorga el mayor plazo posible para su relevo
Santiago / La Voz
Cuando alguien se encuentra en una «situación complicada», lo que toca hacer es «apertar os dentes, levantar a cabeza» y seguir adelante. Esta es la reflexión realizada ayer por la valedora do pobo, Milagros Otero, sobre su delicada situación personal, que le llevó a renunciar al cargo una vez que el Tribunal Supremo inadmitió su recurso de casación y confirmó que incurrió en «desviación de poder» al seleccionar como alto cargo de su oficina a una sobrina del expresidente gallego Manuel Fraga.
La defensora se explicó este viernes ante un grupo de periodistas y dejó claro que está dispuesta a atornillarse al cargo el tiempo que haga falta para evitar un vacío de poder. «Eu fixen o que considerei mellor para a institución».
Una gestión con luces y sombras, y pendiente siempre de las portadas
Es más, ayer modificó la carta remitida al Parlamento en la que ponía su cargo a disposición con la finalidad de que se le buscara un sustituto. El retoque fundamental es que antes invocaba el artículo 5.1.5º de la Lei do Valedor do Pobo, en que vinculaba su cese con una condena firme «por un delito doloso». El artículo que invoca ahora tras la corrección es el 5.1.1º, que vincula su cese a una mera «renuncia» personal. El efecto más inmediato es que la antigua carta obligaba al presidente del Parlamento a declarar la vacante del Valedor do Pobo y a convocar un pleno antes de un mes para elegir sustituto por una mayoría de tres quintas partes. Con la modificación, Milagros Otero se toma el tiempo que sea necesario para seguir ejerciendo de valedora, pues el presidente del Parlamento tiene margen para activar el relevo solo cuando compruebe que hay acuerdo en torno a un nombre.
Los grupos del PSdeG y En Marea recelan de este cambio que, a su entender, deja a Otero ejerciendo al frente de la oficina Valedor do Pobo como si no hubiera ocurrido nada. La propia defensora matizó ayer que, a diferencia de lo que hizo Benigno López en el 2012, que dimitió de manera inmediata, ella no renunció: «É unha posta a disposición, que é moi diferente».

La valedora no sabe irse
Todo indica que está dispuesta a seguir ejerciendo como alto comisionado del Parlamento el tiempo que haga falta. Pueden ser meses o incluso el tiempo que resta de legislatura autonómica. Si no hay acuerdo entre el PP y algún otro grupo de la oposición para elegir a un nuevo perfil, Milagros Otero seguirá ejerciendo. Ella lo explicó de este modo: «Unha institución coma esta non se debe descabezar de repente». ¿El motivo? Según Otero, que hay procedimientos en marcha y trabajo que «non se pode cortar». Lo habitual cuando se agota un mandato y se produce un relevo.
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