Feijoo pide a Hacienda que deje de poner obstáculos para que Galicia pueda invertir su superávit

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

El presidente de la Xunta acusa a la ministra Montero de estar «xogando cos interereses lexítimos dunha comunidade cumpridora»

30 mar 2019 . Actualizado a las 12:14 h.

Obstáculos, excusas y prácticas dilatorias. Esto es lo que observa el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en la decisión adoptada el viernes por el Consejo de Ministros para que las comunidades cumplidoras con la regla de gasto puedan disponer del superávit para financiar políticas sociales. Feijoo resaltó que conviene «ler a letra pequena» para comprobar que la autorización está llena de condicionantes que, en la práctica, supondrá nuevos obstáculos para que Galicia pueda disponer de los 125 millones de euros (104 millones, según Hacienda) generados de superávit.

Antes de participar en un acto sectorial sobre pesca junto a la exministra Isabel García Tejerina, el mandatario gallego valoró el acuerdo relativo al superávit y entiende que el Gobierno central está «xogando outra vez máis cos intereses lexítimos dunha comunidade cumpridora», pues antes de permitirle a Galicia disponer de esos recursos, Hacienda entiende que hay que esperar a ver si se produjo una «cuarta deriva» en la regla de gasto. «Imos a perder dous meses máis nesta discusión», aclaró Feijoo, que entiende que lo lógico ahora sería «deixarnos de discusión e de prantexamentos dilatorios, de excusas, de excusas, de excusas», dijo, para que la Administración gallega pueda disponer de sus propios recursos.

También se quejó Feijoo de otro condicionante impuesto desde Madrid para poder disponer del superávit generado por la Xunta. Ese dinero no se puede destinar a gastos de personal, que era algo que entraba en los planes de la Xunta para aumentar las plazas de médicos y enfermería en atención primaria. «Isto é un camiño de obstáculos», insistió Feijoo, que deseó que a partir de las elecciones de abril se pueda formar un nuevo Gobierno que le permita a Galicia tener «con quen falar en serio».