Feijoo acusa al PSOE de tratar con «pereza» que Galicia pueda gastar su superávit en la sanidad

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Paco Rodríguez

La oposición insiste en pedirle al presidente de la Xunta que haga cambios más radicales para mejorar la atención primaria

27 mar 2019 . Actualizado a las 22:40 h.

La conflictividad que rodea a un servicio tan preciado por la ciudadanía, como es la sanidad, volvió a marcar este miércoles el debate de la sesión de control celebrada en el Parlamento gallego, muy contaminado ya por la proximidad de las elecciones generales del 28A y por el tono especialmente duro que empleó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que se defendió del hostigamiento de la oposición acusando al PSOE de ser un partido «dañino» para Galicia y a En Marea de ser «un perigo» para la salud pública. El mandatario gallego volvió a poner sobre la mesa la petición que trasladó al Ministerio de Hacienda para poder invertir en sanidad y otros gastos sociales el superávit de 125 millones de euros generado el año pasado y reprochó que los socialistas recojan esta reivindicación «con pereza».

El portavoz de En Marea, Luís Villares, y el del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, aprovecharon el cara a cara con Feijoo para repasar la conflictividad laboral que rodea al Servizo Galego de Saúde (Sergas). El primero, advirtió que los profesionales «rexeitan» la propuesta de acuerdo para la atención primarias, mientras Leiceaga demandó que la «rectificación» realizada por la Xunta en esta materia sea todavía «máis radical» y se traslade a los presupuestos y a los cambios normativos. «Sin novos recursos, non vai ser capaz de cumprir», insistió el portavoz socialistas, tras valorar que no podrá disponer del supéravit gallego para gastos sanitarios que no sean sostenibles.

Esta referencia irritó especialmente a Feijoo, que puso por delante que «ese diñeiro é de Galicia» y fue generado por cumplir «ano tras ano» con la regla de gasto y la contención del déficit público. Por ese motivo, insistió en la petición trasladada a la ministra de Hacienda y preguntó al PSdeG si consideraba «sustentable» disponer de los 125 millones para construir centros de salud o remodelar los hospitales de A Coruña, Pontevedra o Ferrol. «Non te lexitimidade para falar da sanidade», le espetó Feijoo a Leiceaga, antes de considerar al PSdeG un partido «dañino» por defender un recorte del presupuesto del Estado en Galicia del 30 % y un incremento del 60 % para Cataluña.

Con Villares, que dirigió su intervención a cuestionar la política laboral en la Sergas, el jefe del Ejecutivo se mostró igual de contundente al manifestar que En Marea es una formación que es «un perigo para a sanidade pública», por ser un partido antivacunas en Europa y por el apoyo que le están dando al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, «un país onde non hai fármacos, onde non hai antibióticos e a xente está morrendo pola falta de medicamentos».

Cambio de Ence

El cara a cara del presidente gallego con la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, basculó hacia la política forestal. Con el incendio de Rianxo como telón de fondo, la dirigente nacionalista acusó al mandatario autonómico de promover una política «ao servizo de Ence» y que convierte a Galicia «nun polvorín», ante lo cual insistió en demandar la salida de la pastera de la ría emplazando a Feijoo a que lideres dicho proceso.

El jefe del Ejecutivo, en cambio, advirtió que el BNG estaba jugando con el empleo de 5.000 familias que pivota en torno a la actividad de Ence y del puerto de Marín. «Mentras non haxa alternativa, imos a seguir defendendo a compañía», dijo Feijoo sobre la pastera, tras criticar que el Gobierno central tomara decisiones, a través de la Abogacía del Estado, que ponen en cuestión la prórroga de la concesión de Ence sin ni siquiera informar al Gobierno gallego de ellos. «Un cambio de criterio así non o fan co País Vasco ou coa Generalitat», se quejó, advirtiendo que él tampoco está dispuesto a consentirlo.