«Faltan medios, pero ni el dispositivo de verano podría con este incendio»

Mónica Pérez Vilar
MÓNICA P. VILAR REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Agostiño Iglesias

Sindicatos cifran en 140 las cuadrillas operativas en Galicia para luchar contra los fuegos de este mes de marzo

27 mar 2019 . Actualizado a las 10:39 h.

¿De qué medios dispone la Xunta para atajar los fuegos que están calcinando la comunidad en este mes de marzo? Con el Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (PLADIGA) del 2018 todavía en vigor y a la espera de los refuerzos que traerá consigo la temporada de alto riesgo, UGT cifra en unas 140 las cuadrillas disponibles para cubrir todo el territorio. Con una media de siete trabajadores por grupo, el sindicato contabiliza cerca de mil efectivos para labores de extinción, a los que se suman unos 180 conductores de motobombas. El número incluye al personal contratado todo el año y también a los alrededor de 600 trabajadores fijos-discontínuos que se incorporaron a la plantilla el pasado 1 de marzo y cuyos contratos se extenderán hasta finales de noviembre. Eso sí, la cifra también contabiliza a trabajadores de baja, vacaciones o descanso semanal.

Esas 140 cuadrillas deben atender los 19 distritos en los que se divide Galicia. Es decir, cada una de esas agrupaciones de municipios cuenta con siete cuadrillas que, a su vez, se reparten en tres turnos. El resultado: una media de algo más de dos cuadrillas por distrito y turno. «O dispositivo está deseñado segundo a estacionalidade do lume, pero é que o lume xa demostrou nestes anos que está desestacionalizado. Consideramos que cando o menos todo o personal laboral dependente da Xunta debería estar activo todo o ano», demanda José Manuel López ‘Navia’, brigadista y delegado del comité de empresa de Medio Rural en Lugo. Y es que la plantilla se reforzará con más de 400 efectivos contratados por cinco meses, pero será de cara a la temporada de verano. UGT ya ha solicitado la inmediata incorporación de esos operarios «en previsión do mantemento das condicións climatolóxicas adversas e proclives á xeración de situacións de risco».

Desde la Consellería de Medio Rural, no obstante, elevan la cifra de efectivos disponibles hasta los 2.962, contabilizando trabajadores de la Xunta, de los Grupos de Emergencia Supramunicipal (GES), bomberos comarcales y agentes de las brigadas dependientes del Ministerio. Además señalan que se cuenta con seis helicópteros y 267 motobombas.

Falta de previsión

El personal laboral de la Xunta en materia de incendios ha sido preavisado de que en pocos días empezarán a operar los horarios y guardias propios de la época de alto riesgo, ya que hasta el momento operaban en las mismas condiciones que en invierno. Para Alejandro Rodríguez, coordinador de los agentes forestales y medioambientales de Galicia y representante sindical de CC.OO., es una muestra más de la improvisación que se vive en el sector.

«Falta planificación. Os incendios previos a Semana Santa son unha realidade habitual nos últimos trinta anos. E ademáis temos medios de predición meteorolóxica o suficientemente potentes como para saber cando hai que potenciar o servizo ou tomar decisións como prohibir as queimas, sen esperar a traballar a golpe de refacho de vento», argumenta. Eso sí, reconoce que para luchar contra incendios como el que se ha desatado en Dodro y se ha extendido a Rianxo «non chegaría nin todo o dispositivo de verán porque é moi violento e resulta moi difícil traballar nel».

Refuerzo de las BRIF

Al no estar todavía en época de alto riesgo de incendios, el apoyo a estos trabajadores de la Xunta de Galicia llega solo desde las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) dependientes del Ministerio, como por ejemplo la BRIF de Laza, que se encuentra colaborando precisamente en ese fuego de Dodro. «Hai dous anos atendimos 40 incendios nos meses de marzo e abril, o que está a suceder estes días non é novo», explica Cristóbal Medeiros, uno de los miembros de la brigada. Su trabajo sobre el campo le lleva a opinar que el operativo autonómico es insuficiente. «Seguen a pensar en clave de lumes de verán cando o dispositivo debería reforzarse todo o ano. Ademais, todo o personal debera depender directamente da Xunta porque logo na época de alto risco atopamos no monte persoal de Seaga, dos concellos... que traballa só uns poucos meses ao ano en pésimas condicións», considera.

Decenas de focos hacen arder el norte de Portugal

Casi una treintena de incendios estuvieron ayer activos en el país vecino. La peor parte se la llevaron los distritos de Braga y Aveiro. En este último el fuego llegó a cercar casas en la localidad de Oliveira de Azeméis, donde más de 360 personas se afanaban en luchar contra las llamas, apoyadas por un centenar de medios terrestres y dos aeronaves. En Braga, los puntos conflictivos se fueron multiplicando hasta alcanzar la docena. La situación más complicada se vivió en Esposende, donde fue necesario cortar la carretera A28, que une Porto con Viana, entre los kilómetros 47 y 57. El viento y las temperaturas altas para la época del año obligaron a la Autoridad Nacional de Protección Civil a alertar del alto riesgo de incendio.

Seis meses de prisión para un cura por provocar un fuego con una quema imprudente en San Amaro

Un hombre de 87 años, Manuel C. C., admitió su responsabilidad por el incendio que provocó el 1 de agosto del 2017 en la parroquia de San Fiz, en el municipio de San Amaro, tras realizar una quema para la que no tenía autorización y para la que no tomó medidas de precaución. El acusado, que es sacerdote y administrador de esa parroquia de San Fiz, quiso quemar papeles y rastrojos en una finca de la diócesis de Ourense. Era mediodía y una jornada en la que se había calculado un riesgo de incendio (IRDI) muy alto. La temperatura era de casi 25 grados, la humedad relativa del 30 % y el viento soplaba con rachas de 7 kilómetros por hora, según el fiscal.

El terreno en el que prendió fuego estaba en una pendiente, lo que hizo que se propagara a las fincas colindantes y afectó a 0,05 hectáreas de superficie rasa. El acusado aceptó una pena de seis meses de prisión y el pago de una multa de 1.080 euros.

Por otro lado, el Equipo de Investigación de Incendios de la Guardia Civil en Celanova investiga a un vecino de Xinzo, al que ya tomó declaración, como presunto autor de un fuego forestal que afectó a cinco hectáreas arboladas en un monte de Pintás, en Calvos de Randín. Supuestamente, J. L. S, de 56 años, actuó de forma negligente al hacer una quema agrícola. Tenía permiso, pero la dejó sin vigilar.