Galicia entra en el top europeo de las mujeres que más tardan en ser madres

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

MARTINA MISER

La media más alta, la de A Coruña, supera los 33 años y se acerca ya al registro más elevado de todo el continente

24 mar 2019 . Actualizado a las 15:19 h.

Ourense y Lugo figuran en los últimos puestos europeos en presencia de menores de 14 años. Galicia es de las comunidades que menos hijos tienen por mujer de toda Europa. Y ahora figura también entre las zonas del continente en las que las mujeres tardan más tiempo en ser madres.

La provincia de A Coruña es la punta de lanza en este escenario tras haber dado en un año un salto considerable entre las demarcaciones del continente en el que las mujeres acceden a la maternidad con más edad. Si en el 2016 A Coruña era el vigésimo séptimo territorio europeo (incluidos distritos, conurbaciones, provincias y regiones) con la edad media más alta para las nuevas parturientas (32,7 años), en solo un ejercicio esa barrera se ha elevado hasta los 33 años, según analiza Eurostat, el organismo estadístico de la UE. Con ese salto, A Coruña es ahora el décimo quinto territorio de toda la UE en dicho ránking, que encabeza Voreios, distrito norte de Atenas, con 33,9 años y cierra la provincia húngara de Sliven, donde las mujeres se convierten en madres por término medio a los 24,9 años.

El gráfico de esta información (interactivo en la lavozdegalicia.es) permite observar cómo A Coruña comparte esa situación de retraso en la maternidad con grandes capitales envejecidas en sus distritos centrales y con baja natalidad como París, o el corazón londinense (Camden, Wandsworth, Kensington, Chelsea y Westminster), Oslo, o el entorno de Atenas, urbes en la que el estreno a la maternidad fluctúa entre los 33,1 y los 33,9 años.

A Coruña ha desbancado a las zonas de España que le precedían hasta ahora, como la isla de El Hierro, Burgos, Vizcaya, Guipúzcoa y todo el País Vasco, que en su mayoría han logrado bajar la edad del primer parto, mientras en la provincia gallega ha subido. Las dos provincias vascas empatan ahora con A Coruña en 33 años para el acceso tipo a la maternidad, y no muy lejos se encuentra también Pontevedra, con una marca de 32,8 años, con la que ocupa el puesto 26 del continente, en el que Galicia es el 35 (32,7); Ourense el 76 (32,4 años), y Lugo el 110 (32,2). 

Retraso en la franja norte

España es, junto a Italia, uno de los países donde el retraso en la maternidad se acentúa de una manera más clara de toda Europa y donde el resultado es más homogéneo en su mapa. Salvo el caso de la provincia de Ogliastra, en Cerdeña, que se sitúa en una media de edad como la de A Coruña, en todo el resto de Italia las nuevas madres oscilan entre 30 y 32,9 años, algo similar a lo que ocurre también en Irlanda y Grecia.

 Pero en el caso de España hay una clarísima división entre norte y sur. En la franja superior y central la maternidad se alcanza de media entre los 32 y 32,9 años, salvo los casos de A Coruña, Vizcaya y Guipúzcoa, que la superan, y Gerona, Lérida, Tarragona y Castellón que se sitúan entre 30 y 31,9, lo mismo que todo el eje sur, donde las madres son más jóvenes, con sus extremos más bajos en territorios de alta presencia de inmigración como Almería (30,5 años) y Fuerteventura (30,6).

Y el hecho de que Galicia aparezca ya entre los territorios en los que la maternidad se deja para más tarde, pasa factura a la hora de enumerar los hijos que tiene en la comunidad cada mujer. En Ourense, cada mujer tiene 1,03 hijos, la novena tasa más baja de Europa, que encabeza la griega Ftiótida con 0,81. El Hierro, La Gomera, Gran Canaria, León y Zamora comparten con la demarcación ourensana el top diez de la menor natalidad de todo el continente.

La tasa de hijos por mujer en toda Galicia es de 1,12, como en A Coruña y Lugo, y sube solo hasta 1,16 en Pontevedra.

«La edad social no es la edad biológica»

Marta es una persona feliz. A los 41 años, cuando tuvo a su primera hija, entendió la importancia de ser madre, algo que le da una satisfacción mucho mayor que cualquier triunfo en el trabajo. «Estuve muy centrada toda la vida en mi empresa y, además, a lo largo de mi vida tuve parejas, pero no había encontrado a nadie con el que decir ‘va a ser el padre de mis hijos’. Cuando lo encontré, tenía una edad», resume Marta. Ahora, con 44 años, está embarazada de su segunda hija. Marta es una de las cada vez más mujeres que recurren a técnicas como la vitrificación o congelación de óvulos para tener un seguro de cara a poder ser madres en el futuro porque, como explica el director de las clínicas IVI de Vigo y A Coruña, el doctor Elkin Muñoz, que atiende a Marta, «la edad social no equivale a la edad biológica».

Este especialista en reproducción asistida explica que con el paso del tiempo las mujeres no solo disminuyen su número de óvulos, también baja su calidad.

Para sortear ese problema, la ciencia ofrece distintas alternativas. Una es la que usó Marta, la congelación de óvulos, una vía que el doctor Muñoz recomienda para no tener que estar tan pendientes del reloj biológico. Pero además hay otros tratamientos como el diagnóstico genético preimplantacional o la donación de óvulos.