Mil gallegos dan positivo en alcohol cada mes

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Control de la Guardia Civil de Tráfico en la A-52 a la altura de Ribadavia
Control de la Guardia Civil de Tráfico en la A-52 a la altura de Ribadavia Santi M. Amil

Tráfico eleva la presión sobre los infractores, con más de 840.000 pruebas al año en las carreteras de Galicia. Los conductores bebidos causan dos de cada diez accidentes mortales

20 mar 2019 . Actualizado a las 20:13 h.

«Si bebes y conduces, el accidente es cuestión de tiempo». Esta frase de la coordinadora de la DGT en Galicia, María Victoria Gómez Dobarro, indica claramente la preocupación por la mezcla de alcohol y conducción en las carreteras gallegas. Una preocupación que va en aumento cuando se comprueba que son decenas los conductores que salen cada día a la carretera tras haber bebido más alcohol del permitido. Las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico interceptan cada mes a casi mil conductores que dan positivo en alcohol por superar la tasa máxima en España (0,25 para conductores en general; 0,15 para profesionales y noveles) y que, por tanto, cometen una infracción grave castigada con multa de entre 500 y 1.000 euros y con la retirada de entre 4 y 6 puntos del carné. Si el positivo es superior a 0,60, el conductor comete un delito y tiene que someterse a un juicio en el que puede ser condenado a entre 3 y 6 meses de cárcel, a una multa, o a una pena de trabajos en beneficio de la comunidad.

El alcohol es un problema grave para el tráfico en Galicia y las cifras indican que en el mejor de los casos esos miles de conductores han tomado más de dos cervezas, más de dos vinos, más de un whisky o más de un vermú. Los que hayan bebido mucho más se enfrentarán a un juicio, a una casi segura condena y a la incorporación de antecedentes penales en su historial. «Tenemos las cifras de alcohol en niveles muy altos, y eso que se avisa y la gente sabe que la Guardia Civil va a estar vigilando. Pues aun así se detectan casos todos los días», lamenta la responsable de la Dirección General de Tráfico en Galicia.

Conducir tras haber ingerido alcohol es más habitual de lo que parece. Un 42 % de los conductores reconocen que alguna vez se han puesto al volante después de haber consumido importantes cantidades de alcohol. Una encuesta de la Fundación Mapfre advierte de la existencia de una alta tolerancia entre los más jóvenes respecto a la relación entre consumo de alcohol y conducción, pues dos de cada tres admiten que han viajado alguna vez en un coche cuyo conductor estaba borracho.

«La dimensión del riesgo»

«Las familias no pueden desentenderse de la responsabilidad de saber con quién van a salir sus jóvenes. Y deben preguntarles en qué coche van, si el conductor bebe...». El llamamiento es de Francisco Javier Molano, teniente coronel jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia. Sus agentes ven a menudo accidentes graves en los que están implicados jóvenes que conducían bajo la influencia del alcohol. «Muchos de ellos no alcanzan a saber el riesgo que corren al conducir tras haber bebido alcohol. Por eso las familias tienen una gran responsabilidad. No pueden enterarse de con quién van en el coche cuando ya es demasiado tarde, cuando ya ha ocurrido el accidente», afirma Molano, que advierte: «El conductor que va bebido ya no respeta nada. Tiene sensación de impunidad y de desprecio del riesgo, y ya todo le da igual. No le importa la multa ni los puntos. Ha pasado la dimensión del riesgo».

El del alcohol es un problema especial en toda España, pero lo es más en Galicia, donde tiene una elevada incidencia sobre la siniestralidad. Dos de cada diez conductores causantes de accidentes mortales ocurridos en las carreteras gallegas en el 2017 habían ingerido alcohol en dosis superiores a las permitidas. Es el resultado del cruce de datos entre los informes forenses del Imelga, con los análisis a conductores fallecidos, y los atestados de la Guardia Civil de Tráfico para comprobar la incidencia del alcohol en la siniestralidad. Los datos son más preocupantes al descubrir que casi el 30 % de los conductores responsables de accidentes con muertos habían mezclado alcohol y drogas.

«No hay impunidad»

La presión sobre los conductores que beben alcohol es muy fuerte en Galicia. Aquí están el 15 % de todos los positivos que se detectan en España. El año pasado se hicieron casi 840.000 pruebas de alcoholemia en los miles de controles preventivos que se realizan en las carreteras gallegas. Son dispositivos cada vez más selectivos, pues se efectúan en zonas próximas a fiestas y zonas de ocio, en especial los fines de semana, que es cuando se incrementan los riesgos en la carretera. La Guardia Civil alterna los controles masivos con otros más dinámicos para contrarrestar los avisos que muchos conductores realizan por WhatsApp y a través de las redes sociales. Las patrullas se distribuyen por carreteras secundarias, por pistas y caminos para evitar que conductores avisados intenten escabullirse. «Esos avisos ya no sirven de nada. No hay impunidad», advierte el teniente coronel Molano.