Detenido en Ponteareas un narco ligado a los Piturros que se escondía en Portugal

J. R.

GALICIA

VITOR MEJUTO

Su bautismo en el negocio se remonta al 2001 con un alijo de 3.000 kilos de hachís cerca de Ons

18 mar 2019 . Actualizado a las 16:27 h.

Alberto Fernández Cabaleiro acaba de completar un nuevo episodio a su ficha policial. Agentes de Udyco de la Policía Nacional lo arrestaron ayer por la noche en Ponteareas por la requisitoria que arrastraba para el cumplimiento de una condena por narcotráfico. El manejo de diferentes informaciones, junto al discreto trabajo de seguimiento, permitió caer sobre este viejo conocido de las fuerzas del orden desde principios de siglo. Fernández Cabaleiro también se movía por el norte de Portugal u O Porriño, además de mantener una estrecha relación con su ciudad natal, Vigo. La carrera delictiva Cabaleiro está relacionada judicialmente con el clan arousano de los Piturros desde que un destacado miembro de la familia cayó con Cabaleiro en una trama de robo de coches de lujo. Los turismos, de todo tipo, se robaban a lo largo y ancho de Europa para, desde el puerto de Vigo, entregárselos a los nuevos propietarios, casi siempre entre el norte de África y países árabes. El Tribunal Supremo dictó en el 2016 sentencias condenatorias para ambos.

Bautismo pesado

El bautismo policial de Alberto Fernández se remonta al 2001. Concretamente a finales de noviembre con la aprehensión del velero Chad Band cargado con tres toneladas de hachís a 27 millas de la isla de Ons. La investigación policía y judicial implicó a funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera y de la Guardia Civil. La mercancía tenía como destino final Holanda. La Fiscalía, inicialmente, le pidió cuatro años y dos meses de cárcel y multa de 3,9 millones de euros. En última instancia, el Tribunal Supremo, impuso dos años de cárcel a Cabaleiro, que junto a un ciudadano marroquí ?«quien padece una oligofrenia con un grado intelectual de un niño de 12 años»? se hicieron con el velero Chad Band, con bandera inglesa, para organizar el viaje. Años después, ya en el 2009, protagonizó la operación Halcón, de la Agencia Tributaria, que implicó la intervención de un patrimonio valorado en 1,7 millones de euros a Cabaleiro. El trabajo policial arrastró también a la mujer y al padre del narco.