Bajarse a poner los triángulos, una maniobra de máximo riesgo

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Triángulo de peligro colocado para señalizar la avería de un coche
Triángulo de peligro colocado para señalizar la avería de un coche

Siete conductores murieron en Galicia el año pasado mientras esperaban ayuda fuera del coche

27 may 2019 . Actualizado a las 12:53 h.

La obligación de utilizar los triángulos de peligro para señalizar un vehículo que haya quedado inmovilizado en carretera por avería o emergencia tiene los días contados. La Dirección General de Tráfico está estudiando sustituir esos triángulos reflectantes por señales luminosas de color amarillo auto que emitan destellos. La DGT trabaja con un plazo de cinco años para modificar la normativa e implantar la obligación de llevar esos dispositivos luminosos en el coche. El objetivo es evitar las muertes por atropello que se producen cuando el conductor se dirige a colocar los triángulos o mientras espera fuera del vehículo la llegada de la asistencia.

En Galicia murieron el año pasado 7 conductores (5 en autovía y 2 en autopista) al ser atropellados por otros vehículos mientras estaban fuera de sus coches tras un accidente o avería. Con la normativa actual el conductor tiene que bajarse del vehículo, con chaleco reflectante, y caminar por el arcén o por la calzada para ir a colocar el triángulo de peligro. «En ese momento, el conductor se convierte en un usuario vulnerable», explica Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación de la Dirección General de Tráfico. Asegura que «en la actualidad hay evidencias que indican que es mejor permanecer dentro del coche con el cinturón de seguridad, por lo que estamos estudiando la manera en que regularemos que los dispositivos luminosos sustituyan a los triángulos que señalizan una situación de peligro».

El uso de un dispositivo luminoso ya está permitido en la actualidad como un elemento opcional al triángulo de peligro, que por ahora sigue siendo obligatorio. Las señales luminosas, identificadas técnicamente como V-2, solo pueden ser utilizadas en los casos en los que el vehículo quede inmovilizado por avería, por accidente o por cualquier otra emergencia. Los dispositivos, que deben estar homologados, tienen que emitir una luz con destellos de color amarillo auto y de alta visibilidad. El dispositivo debe quedar estable sobre una superficie plana. En el mercado hay varios modelos con esas características.

El riesgo de poner el triángulo

La parada en carretera es una situación de máximo riesgo, y más si esta se produce en autovía o autopista, ya que los vehículos circulan a gran velocidad. El accidente por alcance es muy común en esos casos y por eso, a mediados del año pasado, se modificó el Reglamento General de Vehículos para permitir la colocación, adosado al exterior del coche, de «un dispositivo luminoso de fácil manejo que solucione el problema de la falta de visibilidad real y efectiva del vehículo». En la argumentación de la modificación del reglamento, Tráfico destacaba la efectividad del triángulo (señal V-16) como instrumento de señalización, pero al mismo tiempo reconocía que «su colocación implica un riesgo añadido en determinadas vías con tráfico elevado».