Feijoo a la líder del BNG: «Xa está ben de dar o carné de mal galego a quen fala español»

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

El presidente de la Xunta defiende el «bilingüismo cordial» de Galicia frente a los reproches de la oposición por primar el castellano

13 mar 2019 . Actualizado a las 12:28 h.

El debate sobre el modelo lingüístico de Galicia se coló este miércoles por una de las rendijas del Parlamento capitalizando buena parte de la sesión de control al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que fue emplazado por PSOE y BNG a desmarcarse del proyecto de ley de lenguas anunciado por Pablo Casado para convertir al castellano en idioma vehicular de toda la Administración y centros educativos. El mandatario autonómico advirtió que el elemento de debate era «unha lei que non existe» y optó por defender a capa y espada el modelo del «bilingüismo cordial» de Galicia frente a quienes, como el BNG, están empeñados en «dividir o país en todo e romper a unidade en todo».

Feijoo se mostró especialmente duro con la portavoz del BNG, Ana Pontón, que acusó al líder del PPdeG de pedir el voto a los gallegos «para poñer en marcha unha lei que vai discriminar o galego» y de mostrarse cómodo en la alianza con el extremismo de Vox. El reproche le vino a Pontón de vuelta como un bumerán cuando el jefe del Ejecutivo le reprochó su alianza electoral para las europeas. «Nunca imos permitir que os nacionalistas se apropien de Galicia» y se implanten las políticas de Bildu, Esquerra o el BNG. «Xa está ben de dar o carné de mal galego a quen fala español», prosiguió Feijoo, antes de cambiar de registro para añadir: «Y ya está bien de dar el carné de mal español a quien habla gallego».

Aunque Pontón tachó de «cutre» la respuesta de Feijoo, el presidente declaró su orgullo por el modelo lingüístico de Galicia y, ante el portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, hizo valer que el el propio Pablo Casado declarara que esta política de la Xunta era su modelo para las comunidades autónomas con dos lenguas oficiales.

Pero Leiceaga animó a Feijoo a ir más allá en su compromiso con la lengua propia de Galicia. Advirtió que la agenda política de Vox estaba «carcomendo por dentro» al resto de la derecha, como el PP, que defiende cada vez la recentralización de competencias. «Diga si se vai a opoñer á lei do seu partido que elimina o requisito do galego?», inquiró el diputado socialista, mientras Feijoo dijo que si había un partido centralista desde los tiempos de la Loapa era precisamente el PSOE, al que reprochó que recurriera varias leyes, como las de cajas o medicamentos, para desarrollar el autogobierno gallego.

Y cerró la discusión el jefe del Ejecutivo negando cualquier autoridad y legitimidad al PSdeG para hablar de autogobierno «cando aplaude unha diminución do 30 % dos orzamentos do Estado» para Galicia. Así que, aclaró Feijoo, para tender «cortinas de fume» sobre este asunto o para construir «coartadas» para que los socialistas negocien sin problemas con los independentistas, con el PP no van a contar.