Convulso debate sobre memoria histórica al acusar el BNG al PP de «exterminadores»

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán A. Soler

Los populares tumban el proyecto de ley de los nacionalistas tras un cruce de insultos y arguyendo que no fomentaba la concordia

12 mar 2019 . Actualizado a las 12:27 h.

El debate de una proposición de ley del BNG sobre memoria histórica prendió este martes la mecha de las pasiones ideológicas en el Parlamento, desatando una discusión convulsa en la que el diputado nacionalista Luís Bará llegó a acusar al Partido Popular de «botar cal» sobre las víctimas del franquismo y de actuar como «exterminadores». Esto provocó la intervención del presidente de la Cámara, Miguel Santalices, que llamó al orden y borró los insultos del diario de sesiones, tras proclamar, al igual que hizo el diputado popular Aurelio Núñez Centeno, que ambos también era descendientes de represaliados o exiliados de la dictadura de Franco.

Las intervenciones de los diputados de cada grupo dejaron claro que el texto normativo del BNG no tendría ninguna opción de prosperar. La ley proponía, entre otras cosas, crear un instituto sobre la memoria y una comisión de la verdad, así como un censo de víctimas, un banco de ADN, a la vez que planteaba anular las sentencias de los consejos de guerra franquistas y reconocía como bienes «expoliados» el pazo de Meirás, la casa Cornide y las estatuas del Pórtico de la Gloria que obran en poder de los herederos de Franco para que pudieran ser incautados.

Xoán A. Soler

Desde el PP, Alberto Pazos advirtió que esta apuesta por la «arbitrariedade da incautación», sin garantía jurídica, no tiene cabida en una democracia y acusó al BNG de promover un texto «que pouco ten que ver coa concordia» y con el que solo se buscaba falsear los hechos y demonizar al PP, pese a que esta formación participó, tanto en el Congreso como en la Cámara autonómica, en varios acuerdos para condenar el franquismo. «Pretenden establecer unha raia entre bos e malos democrátas», se quejó Pazos, y advirtió que no iba a admitir esas lecciones de quien apoyaba a los herederos de Batasuna o al régimen de Maduro.

Tanto Concepción Burgo (PSdeG) como Ánxeles Cuña (En Marea) apoyaron la iniciativa legislativa del BNG, cuya tramitación, no obstante, fue rechazada por el grupo mayoritario del PP. Luís Bará reaccionó de forma furibunda contra este veto y acusó a los populares de «botar sal, de botar cal e de botar estrume» sobre las víctimas y sus familias. Es más, dijo que estaban actuando como «testaferros ideolóxicos e biolóxicos» y como «aniquiladores e exterminadores».

Estas alusiones irritaron a la bancada popular y provocaron que Santalices interrumpiera el debate para llamar al orden a Bará. El diputado Núñez Centeno pidió una cuestión de orden para hacer lo mismo, arguyendo que él era descendiente de víctimas y exiliados del franquismo, etiqueta que también se colocó el propio Santalices. «Meu avó tivo que atender a pacientes a punta de pistola», señaló, antes de cerrar el debate.