El turno de oficio en Galicia: «La gente piensa que pasamos de todo»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Iván López se colegió hace nueve años y está en el turno de oficio de Betanzos
Iván López se colegió hace nueve años y está en el turno de oficio de Betanzos CÉSAR QUIÁN

Además de sentirse criticados y mal pagados, los casos gratuitos bloquean la actividad de sus despachos privados

22 oct 2019 . Actualizado a las 19:21 h.

El primer obstáculo que tienen que superar se lo ponen sus clientes. «Hay desconfianza. La gente piensa que pasamos de todo. A mí personalmente, me ofende». Es lo que piensa el letrado Hugo Pastoriza que, tras cinco años de ejercicio, dice haber visto ya de todo en el turno de oficio. Él es uno de los más de 3.300 abogados que velan por uno de los grandes derechos del ciudadano: el acceso a la Justicia gratuita. «Son muchos los que piensan que somos unos pipiolos, cuando en el turno hay compañeros con más de 20 años de experiencia», continúa Pastoriza.

Para formar parte del turno de oficio, los letrados tienen que contar con el grado en Derecho, además del máster de abogacía y acreditar una experiencia posterior. Se encargan tanto de asistir a un detenido como de la actuación en el propio juicio. «La remuneración adecuada sigue siendo la asignatura pendiente. En Galicia no hay retrasos considerables en los pagos, pero es cierto que los recibimos, más o menos, cada tres meses», comenta Beatriz Núñez, abogada y miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de A Coruña.

«Son muchos los que piensan que somos unos pipiolos, cuando en el turno hay compañeros con más de 20 años de experiencia»

Galicia está en una zona intermedia en cuanto a retribuciones. No depende del Ministerio de Justicia y, por lo tanto, no se encuentra en la situación de algunas comunidades, como Castilla y León, donde los abogados no cobran desde noviembre. Aun así, la compensación por el turno de oficio es escasa. Si en Euskadi un procedimiento civil verbal se paga a 329 euros, en Galicia no pasa de los 240. «Es un ingreso más, pero no te da para mantenerte o para pagar un despacho. Hay una diferencia abismal entre lo que cobramos por privado y por el turno: un procedimiento penal se paga a poco más de 300 euros. En un despacho privado no te saldría a menos de 1.500», dice el abogado coruñés Iván López.

«Podríamos decir que el trabajo se te compensa un poco, pero el tiempo que le dedicas a estudiarte un asunto, prepararlo o asistir a las sesiones no se te retribuye», comenta José María Lozoya, tras 15 años en el turno de oficio. A todo esto hay que sumarle que esta labor les quita tiempo de actividad privada. Es lo que vive Beatriz Núñez: «La vocación de los compañeros es lo que sustenta el trabajo. El problema es que, por mucho que nos guste, la vocación no paga el colegio de nuestros hijos».

«La vocación no paga el colegio de nuestros hijos»

A todas horas

Iván López recuerda cómo en diciembre estuvo de guardia en el puente de la Constitución y en Navidad. «Estoy en el turno de Betanzos y las guardias son casi de una semana. Esos días tienes paralizado el despacho. No hay horarios. Por algo muy grave, pueden llamarte de madrugada. Por algo menos grave, a las once de la noche. Estás disponible 24 horas. A veces en una mañana tienes que asistir a seis personas en sus declaraciones. Te tienes que leer los expedientes muy rápido», dice. No solo eso, si asisten a un cliente en una declaración, después pueden ser sus letrados el resto del proceso. Es decir, el pago que reciben es por procedimiento, no por las horas o días que le dediquen. «Tienes que asumir lo que te llega. Igual por la vía privada no lo asumirías», comenta Lozoya.

Las consecuencias de la huelga del 2018 tampoco ayudan. «La situación no está normalizada. Hay retrasos considerables, en especial en la jurisdicción social», dice Beatriz Núñez. «Los juicios suspendidos se acumulan con los que van en fecha. Además, la Justicia está mal dotada. Hay situaciones ridículas, como que un juicio se suspenda tres veces porque no funciona la videoconferencia», explica Hugo Pastoriza.

34.000 solicitudes de asistencia jurídica gratuita en el último año

Formar parte o no del turno de oficio es algo voluntario y, a pesar de las dificultades, en este grupo no faltan profesionales. Según los datos del Consejo General de la Abogacía, en el 2017 había en Galicia 3.366 letrados en el turno, casi 200 más que en el año 2013. Y no siempre responden al perfil de novatos. Por ejemplo, en el Colegio de A Coruña, son 900 los abogados que prestan este servicio. La media supera los 40 años. «Hay satisfacciones porque haces una labor valiosa. Te puedes enfrentar a casos que no están en tu día a día y eso te da experiencia», explica José María Lozoya.

Los últimos datos de Xustiza, los referidos al 2018, dicen que, a pesar de los meses de huelga, en Galicia se reconoció esta asistencia jurídica para 33.964 asuntos. En el 2017 fueron 36.849, 1.200 más que en el 2016. «Hay clientes que no nos valoran o pretenden abusar. Son excepciones. En realidad te encuentras con casos de enorme necesidad o desamparo. No pienso en el tiempo que voy a invertir. Es una nueva experiencia», comenta Hugo Pastoriza.

«Hay clientes que no nos valoran o pretenden abusar. Son excepciones. En realidad te encuentras con casos de enorme necesidad o desamparo»

Además de estar mal pagados, los abogados gallegos del turno luchan ahora por que los casos no les supongan una carga económica. «Reivindicamos plazas de aparcamiento cerca de los juzgados o dependencias policiales. Parecen tonterías, pero son gastos. También que nos paguen los desplazamientos. Nos abonan los que hacemos a centros penitenciarios o a juicios, pero no a las guardias. Pueden ser movidas y que tengas que ir, por ejemplo, a comisaría varios días. No te compensa», explica Iván López.