Solo hay 57 países en el mundo sin gallegos

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Reino Unido es uno de los países con mayor número de gallegos
Reino Unido es uno de los países con mayor número de gallegos CESAR QUIAN

Galicia tiene personas registradas en 137 estados, siendo África el territorio de menor atracción

08 mar 2019 . Actualizado a las 19:55 h.

Decir que hay gallegos por medio mundo, es quedarse realmente corto. En realidad los hay en el 70 % del mundo, o por decirlo de una manera más precisa, en siete de cada diez países del planeta reconocidos por la ONU. El organismo internacional suma 194 estados soberanos e independientes y en 137 de ellos la Administración española constata la presencia de gallegos de origen, descendientes de emigrantes con pasaporte español y alguna de las cuatro provincias de Galicia como referente censal, o extranjeros nacionalizados con la misma vinculación administrativa. Solo hay por tanto 57 países del mundo sin gallegos.

La crisis económica del fin de la década anterior empujó la extensión de la emigración galaica por escenarios hasta ese momento inéditos. La posibilidad de la nacionalización a los descendientes de emigrantes que abrió la Ley de la Memoria Histórica acabó por amplificar un poco más el escenario de la diáspora. Si ahora son poco más de medio centenar los países que no tienen representación censal de Galicia, en el 2006 la lista llegaba a 72. En aquel momento había 316.620 gallegos fuera de las fronteras de la comunidad y del resto del Estado. Ahora son ya 456.668 los registrados oficialmente.

Por continentes, África sigue siendo el territorio menos explorado por la diáspora gallega. Hasta 20 países no tienen presencia estable de gallegos de entre las 54 naciones que salpican el continente.

La inestabilidad, lejanía, y bajos recursos de algunos de esos enclaves no los hacen atractivos para la emigración. Sin presencia registrada de Galicia están Liberia, Burkina Faso, Benín, Santo Tomé, Gabón, Chad, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Zimbabue, Suazilandia, Lesoto, Madagascar, las islas Comoras, Malaui, Ruanda, Burundi, Somalia, Eritrea, Yibuti y Sudán del Sur.

Distancia con Oceanía

La atomización y distancia de Oceanía juega también un papel similar en la ausencia de integrantes de sus antípodas. Estados como Kiribati, Tuvalu, Vanuatu, Palau, Nauru, Micronesia, Islas Marshall, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Samoa, Tonga y Fiyi carecen de esa presencia. Solo hay dos estados por tanto en dicho continente con referencia censal de Galicia: Australia y Nueva Zelanda.

Igual número de países sin huella galaica estable se da en Asia, en concreto en países como Azerbaiyán, Armenia, Irak, Yemen, Turkmenistán, Tayikistán, Kirguistán, Nepal, Bután, Maldivas, Mongolia y Corea del Norte.

El rastro de las antiguas repúblicas soviéticas se deja notar en algunos casos en su falta de atracción para los gallegos en la misma Europa, como en Bielorrusia y Moldavia, como ocurre de la misma manera en Macedonia, Albania, San Marino o el Vaticano, enclave de la Iglesia Católica que figura como miembro observador de la ONU, pero con reconocimiento a su soberanía e independencia.

Y finalmente América, cuenta como Europa con un registro de gallegos en casi todos sus estados. Solo siete no tienen referencias de vecinos de la comunidad gallega: Bahamas, Dominica, Santa Lucía, Granada, Barbados, Surinam y Guayana.

Españoles en 182 países

El conjunto de España aporta residentes a 182 países de todo el mundo. Solo se quedan sin ese rastro Bután, Comoras, Dominica, islas Marshall, Kiribati, Lesoto, Nauru, Samoa, San Marino, Tonga y Turkmenistán, además del Vaticano, en este caso a efectos administrativos.

No hay ningún estado en el que haya solo gallegos como única representación española, pero de los tres ciudadanos con pasaporte español que hay en San Vicente y las Granadinas, uno es de A Coruña, lo mismo que ocurre en San Cristóbal y Nieves o Brunéi.

De los siete españoles que viven en las Seychelles, uno es de Ourense; en un contingente idéntico registrado en Sierra Leona, otro es coruñés, o de los seis que hay en Timor Oriental, uno de es de Pontevedra, misma provincia de procedencia del único gallego contabilizado entre los ocho españoles que residen en Antigua y Barbuda. Lugo aporta su exclusividad entre los diez ciudadanos de España que han elegido Botsuana para instalarse. En total son 16 países del mundo los que tienen un solo gallego.

Pese a las promesas, los residentes en el exterior tendrán que rogar poder votar

Faltó un pleno de las Cortes para que la barrera que ha separado a los emigrantes de las urnas desde el 2011 saltase por los aires en esta legislatura, aunque está por ver que, de haber dado tiempo a eliminar el voto rogado, la mayoría de los diputados y senadores se hubiesen puesto de acuerdo para elegir un sistema que facilitase la participación electoral de la emigración.

A partir de que el próximo martes Pedro Sánchez haga la convocatoria formal de las elecciones generales, los 2.084.479 españoles mayores de edad que residen en el extranjero tendrán 25 días para rogar poder tomar parte en las elecciones a las Cortes. Y lo mismo tendrán que hacer en abril aquellos españoles emigrados que quieran participar en los comicios europeos. Para las elecciones municipales se eliminó su participación desde hace ocho años.

Los que vivan en el extranjero y no estén inscritos en consulado alguno, podrán hacerlo como no residente antes del 27 de abril y solicitar el voto al mismo tiempo en la misma legación. Y los que tengan residencia en otro país de forma estable solo tendrán ocho días (entre el 8 y el 15 de abril) para inscribirse en su consulado más cercano y rogar el voto después. Se puede hacer por fax, carta o vía telemática.

Los emigrados o nacionalizados que ya estén registrados consularmente, primero tienen que rogar su participación en los comicios. Tras ese primer paso administrativo, el elector en el exterior tiene que esperar a que le lleguen las papeletas por correo, que serán remitidas desde el 2 de abril si no hay impugnaciones sobre las candidaturas, y desde el 10 de abril si algún partido presenta recurso.

Vista la disparidad de destinos de dichos envíos, multitud de ellos no llegarán a tiempo, como ha sucedido en comicios anteriores, pues todo dependerá de la calidad de los servicios de correos de cada país. El día 23 de abril será el último para enviar los votos, lo que da cuenta de la estrechez de plazos. Los más afortunados que tengan el consulado cerca, podrán votar en urna entre el 24 y el 26.