Así es el Parador de Muxía, un antes y un después en la Costa da Morte

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

GALICIA

La obra, con una inversión de 27 millones de euros, está ejecutada al 90 %

07 mar 2019 . Actualizado a las 12:25 h.

Un breve paseo sobre los 14.000 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 125.000 en la ladera del monte de Lourido (Muxía) sirve para darse cuenta de que los pies ya no pisan una larga retahíla de retrasos y promesas políticas postergadas, sino suelos de madera y granito y terrazas que se van ajardinando con el crecimiento propio de especies de la zona, para dar lugar a la que se espera que sea la joya del alojamiento turístico de la Costa da Morte. Un lujo en el que Turespaña invierte 27 millones de euros, según explica su jefa de obra, la arquitecta Pilar González, y que en estos momentos se encuentra ejecutado al 90 %, después de que la inversión se anunciase a raíz del desastre del Prestige en el 2002 y los trabajos se iniciasen en el 2012. Queda por tanto completar esos acabados en los se afanan en estos momentos decenas de operarios y que luego Paradores, que se hará cargo de la gestión, se ocupe del mobiliario.

Serán -o son ya porque el avance de la obra resulta más que patente- 63 habitaciones, entre tres suites y otras dos suites con habitación comunicada, definidas por una sencillez de líneas a base de piedra, madera, acabados en blanco y cristaleras repletas de detalles singulares. Destaca, por ejemplo, que todas tengan su propio lucernario con entrada de luz natural incluso en el párking subterráneo de 65 plazas, donde esta iluminación se ha conseguido con la ingeniosa solución de inclinar un tabique.

No es la única, los ascensores, prácticamente diseñados en exclusiva para Lourido, tanto en lo estético como en lo funcional, actúan como funiculares que descienden la ladera de terrazas que forma el edificio, precisamente para mimetizarse con el monte, que esa era la idea de Alfonso Penela, el arquitecto que hizo el diseño.

Un complejo que cuenta con piscina exterior y un moderno y espacioso spa al que se podrá acceder sin estar hospedado y salones modulares con cocinas para todo tipo de eventos. En definitiva un antes y un después para el turismo de la zona.