Ciudadanos, un año esperando a la decisión del exconselleiro Javier Guerra

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

xoan a. soler

El político vigués estudia desde febrero del 2018 la invitación del partido naranja

02 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En febrero del año pasado, Javier Guerra y el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, concertaron una cita. El objeto de aquella reunión era único, comprobar si había sintonía entre ambas partes. La reunión vino propiciada por el convencimiento del responsable del área económica y empleo estatal de Ciudadanos, Luis Garicano, de que Guerra reunía el perfil idóneo de emprendedor, experiencia en gestión y dinamismo que entendía le serviría para liderar el partido en Galicia y convertirse incluso en cartel naranja para las elecciones autonómicas del 2020. Y así se lo transmitió Garicano al número dos de C’s en España. El conocimiento del distanciamiento de Guerra respecto a la dirección del PPdeG no hizo más que alimentar esa expectativa por parte de Ciudadanos.

El que fuera conselleiro de Economía e Industria en el primer Gobierno de Alberto Núñez Feijoo, no dio una respuesta concreta a aquel ofrecimiento de sumarse a Ciudadanos, ni tampoco ha hecho pública más declaración que la de «no tengo ninguna decisión para comentar».

Desde su grupo afín en el PP se confirmó aquella oferta y el mantenimiento de nuevas reuniones y conversaciones de Javier Guerra con dirigentes estatales y autonómicos de Ciudadanos, encuentros que han venido acrecentando las posibilidades del fichaje al no cortarse nunca esa comunicación, pese a seguir militando en el PP, formación en la que el político y empresario vigués se inició hace 37 años.

Sus posibilidades

En su entorno nunca se ha cerrado o desechado la posibilidad de que acabe recalando en C’s, pero tampoco de que termine liderando un giro en el PP vigués, si la candidatura de Elena Muñoz obtiene un mal resultado en las próximas elecciones municipales.

Esos dos platillos que Guerra mantenía girando se encontraron el 15 de febrero con un estrechamiento en forma de calendario electoral con la convocatoria de los comicios generales que hace que ahora solo una de las dos opciones pueda seguir activa, si es que el exconselleiro no rompe con todo y opta por dedicarse solo a su actividad empresarial como hace desde que salió del Parlamento gallego en el 2016.

Ciudadanos le ha ofrecido ahora formalmente ser su candidato a las elecciones generales por Pontevedra, como paso previo a ser su cartel para la presidencia de la Xunta el año que viene. De aceptar, Guerra tendría que asumir el riesgo de no lograr un escaño en el Congreso y ver afectado su perfil electoral para competir después en las elecciones gallegas. Podría aducir que le han separado menos de dos meses desde su aceptación como candidato a la cita con las urnas, pero la comprensión o no de ese mensaje por el electorado es impredecible. Y otro riesgo le podría salir al paso después, unas primarias para la candidatura a la Xunta que dependerían de su capacidad para aglutinar antes a la mayoría de la militancia naranja.

Los cuadros del partido en la comunidad han optado por el silencio tras hacerse pública ayer la oferta a Guerra, pero detrás de esos silencios, advierten algunos de ellos, hay contrariedad.