Los fondos de inversión se pelean por el negocio seguro de la AP-9

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

JOSE PARDO

Ya no quedan marcas bancarias en el accionariado, en el que Sacyr será la que decida el control

18 abr 2019 . Actualizado a las 19:19 h.

Dieciséis bancos constituyeron en 1973 el capital social de Audasa. A falta de 29 años para que concluya su concesión de la AP-9, ya no queda ninguna entidad financiera en el accionariado.

Los pleitos cruzados y la venta esta semana de las participaciones de Liberbank a Corsair Capital son muestras de la guerra sin tregua que los principales fondos de inversión del mundo libran por Itínere, la empresa matriz de Audasa. La AP-9 es la estrella del grupo, un negocio seguro y cimiento de la rentabilidad de Itínere. Pero su futuro depende ya más de decisiones que se tomen en Estados Unidos, Holanda o Canadá que en España, y mucho menos de lo que se dirima en Galicia.

¿Por qué hay un pulso sobre la AP-9 y su grupo?

Prácticamente uno de cada tres euros que se pagan en los peajes de la AP-9 se convierten en beneficio neto. Y la gestora de la autopista gallega recauda el 69 % de los ingresos de Itínere, grupo que en Galicia obtiene el 75 % de su negocio al sumar a la autopista Ferrol-Tui, las dos autonómicas y un porcentaje de la de Santiago a Dozón. En total, el grupo recauda 268,72 millones al año, aunque ya no contará con la AP-1 (Burgos-Armiñón), que ahora es gratis.

¿Quién es el accionista mayoritario?

Hace menos de un año tres bancos (Abanca, Kutxabank y Liberbank) y una constructora (Sacyr) acumulaban el 61,42 % del accionariado. Sin embargo, Gateway Infrastructure, un fondo administrado por otra firma de inversiones, Corsair Capital, dirige Itínere con el 38 % de las acciones a través de Arecibo, una sociedad formada con Kutxabank que poseía el 54 % del capital del grupo.

La compra en octubre pasado por parte de Globalvia de las acciones de Abanca y Kutxa le han dado a dicha empresa del sector de la concesión de infraestructuras el 40,11 % de Itínere y una mayoría que le ha durado solo cuatro meses, hasta que esta semana Corsair llevó a cabo la compra del paquete de Liberbank, sumando así el 43,8 % de las participaciones de la sociedad.

¿Quién está detrás de cada grupo mayoritario?

Corsair, el fondo que realmente dirige Itínere, es una firma norteamericana creada en 1992 por JP Morgan. Y representa en el grupo de las autopistas de la AP-9 a otros ocho fondos de pensiones e inversión: APG (Holanda), PSP (Canadá), Abu Dhabi Investiments (Emiratos Árabes), GIC (Singapur), Future Fund (Australia), Hudson’s Bay (EE.UU.), John Hancock Life (EE.UU.) y CGI Private Equity (EE.UU.).

Globalvia, segundo accionista con más capital y que trata de hacerse con la mayoría de Itínere, aunque es una marca española, tiene otros tres fondos de inversión notables como sus únicos accionistas: USS (Canadá), OP Trust (Holanda) y PGGM (Gran Bretaña).

¿Quién tiene la llave de la mayoría en Itínere?

El 15,51 % que posee Sacyr es la pieza clave para otorgar ahora la mayoría en Itínere. La constructora española fue el primer socio del grupo que anunció su intención de vender, pero ha quedada atrapada por los pleitos entre Corsair y Globalvia. En las últimas horas, la Corte de Arbitraje de Madrid ha prohibido cautelarmente a Sacyr que venda sus acciones mientras se dirime el pulso que se le ha planteado al tribunal, uno de los cinco abiertos por el control de Itínere. Este mismo mes, el Juzgado de Primera Instancia número 82 de Madrid levantó la cautelar que impedía a la constructora vender su participación a un tercero que no fuese Globalvia, pero la Corte de Arbitraje recomienda a Sacyr que no mueva ficha, pues podría tener que hacer frente a indemnizaciones millonarias si más tarde se considera que no es ajustada a derecho su operación.

¿Qué se dirime en los pleitos abiertos?

Globalvia cerró un acuerdo de compra en julio del 2018 con Abanca, Kutxa y Sacyr. Corsair, a través de su socio holandés APG, reclamó el derecho de tanteo para igualar la oferta de compra, pero solo se la acabó planteando a Sacyr. Globalvia mantiene que la contraoferta no es válida así, y reclama que se ejecute su propuesta, pero Sacyr prefiere ahora vender a Corsair.