«Antes si tenías un pazo eras millonario. Ahora ya no: tienes que venderlo»
Casi un centenar de estos inmuebles catalogados en Galicia buscan comprador. Su precio se mueve entre los 350.000 euros y los 6 millones. Muchos propietarios no pueden mantenerlos
Periodista de La Voz de Galicia. Convencida de que siempre hay más que contar
Fueron durante siglos bastiones de defensa y de poder señorial. Algunos languidecen entre ruinas; otros son auténticos palacios. En Galicia hay unos 900 pazos catalogados en el Inventario Xeral de Patrimonio. Entre estos y los que tienen registrados los concellos, son casi un centenar los que están a la venta. Los precios se mueven entre los 350.000 euros y los 6 millones.
En el rango más alto se encuentra el pazo de Paio. Situado en Oza dos Ríos se vende por 2.800.000 euros. Este inmueble del siglo XI, con 40 hectáreas de terreno y 532 metros cuadrados habitables -de un total de 1.200- está perfectamente conservado. Su propietaria, Cristina Golpe, vive y siempre ha vivido allí. Ahora lo vende por una cuestión de edad y por el esfuerzo que supone mantenerlo. «Me cuesta mucho. Me rompe el corazón deshacerme de algo que adoro. Es mi orgullo particular», explica. Su pazo lleva más de cuatro años a la venta y han sido muchos los interesados. «La mayoría han venido a curiosear, pero la verdad es que me doy cuenta de inmediato», dice Cristina. Se lo ha ofrecido incluso al concello de Oza dos Ríos: «Dicen que no tienen dinero. Antes, teniendo esto eras millonario. Ahora ya no. Y lo tienes que vender. En mi caso, no tengo ayudas. Podría ser un museo, una zona de paseo o algo para los niños», sentencia.
«Me cuesta mucho. Me rompe el corazón deshacerme de algo que adoro. Es mi orgullo particular»
Y es que esta enorme propiedad tiene jardines, una fuente con manantial propio, piscina, hórreo, palomar, alpendre o iglesia. Todo dentro del recinto, que está rodeado por una muralla de piedra, y en perfecto estado.
Cristina Golpe dice que está deseando pasar página y deshacerse del edificio. Asegura que no volverá a pensar en él, aunque es la historia de su familia. «Yo vivo de la madera de la finca. La trabajo yo misma. Antes teníamos trabajadores de forma constante. Ahora viene un jardinero y una persona de limpieza una vez a la semana. Esto cuesta una fortuna», explica.
¿Quién las compra?
El portal Aldeas Abandonadas ha notado un gran aumento en la oferta de estos edificios. «Son sobre todo casos de herencias y propietarios mayores», dice Elvira Fafián. La gerente de esta firma percibe que los de precio más bajo conquistan a las familias extranjeras. «A partir de 600.000 euros les interesan a empresarios nacionales. No tanto para eventos tipo, como bodas, sino para actos de sus propias empresas». Este creciente interés hace que los precios hayan subido. «Galicia interesa. Lo tiene todo. Y no solo pazos. Una gran variedad de edificios. Antes los pazos no llamaban mucho la atención. Echaba para atrás la reforma», dice.
«A partir de 600.000 euros les interesan a empresarios nacionales. No tanto para eventos tipo, como bodas, sino para actos de sus propias empresas»
Tres años a la venta
El pazo de Carballedo, en Castroverde, lleva más de tres años a la venta. El edificio del siglo XVIII está rodeado por una fortaleza, tiene 2.000 metros por planta -en dos plantas rectangulares- y un espectacular claustro. Está además a dos kilómetros del Camino Primitivo. Cuesta 750.000 euros.«Es propiedad de varios herederos y su mantenimiento es muy alto. Ellos ya no vivieron en el pazo y sí, les da pena desprenderse de él. Es imponente», dice Isabel Franco, de Isagal, la intermediaria en la venta.
Este edificio llama la atención por su fortaleza y también por detalles como su gran escalera palaciana. «Por eso se le llama también casa-palacio. Dicen que los nobles subían a caballo para ir a la cama y después el criado volvía a bajar al animal por la escalera para devolverlo a las cuadras», cuenta Isabel Franco.
El interés es alto, pero aún no ha cuajado la venta. «Recibimos muchas llamadas y correos. A este tipo de comprador no le parece nada caro. Suelen tener experiencia en estas transacciones y lo que les importa es la estructura. Saben también que es un edificio catalogado y lo que conlleva», explica Isabel. Y es que un edificio que figura en los registros de Patrimonio tiene que solicitar permiso para casi cualquier acción que se quiera acometer sobre él.
«Recibimos muchas llamadas y correos. A este tipo de comprador no le parece nada caro»
Por su experiencia, Elvira Fafián cree que el hecho de que un inmueble esté catalogado no supone complicaciones en el proceso de venta. «Quien compra o se interesa por una propiedad histórica ya sabe todas sus características».
Estos propietarios, que quieren vender su pazo catalogado en el Inventario Xeral de Patrimonio de la Xunta, deberán comunicar únicamente el traslado de los bienes muebles. «Tamén se deberá comunicar calquera dano o prexuízo que sufrisen os bens catalogados e que afecte de forma significativa ao seu valor cultural», explican desde Cultura.
Otra cosa son aquellos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC): «É preciso a comunicación para o posible exercicio dos dereitos de tanteo e retracto».
Negocio frustrado
La situación del pazo dos Correa, en Tomiño, es totalmente diferente. La propietaria es una sociedad, que lo adquirió hace 30 años con la idea de dar servicio a un complejo, con campo de golf, que se iba a hacer en la zona. El proyecto no cuajó y se vende desde hace un año. «Por sus dimensiones y usos, el cliente potencial es alguien que quiera darle uso y rentabilizar la inversión. Tiene que ser una persona o sociedad que busque darle un desarollo turístico, agrícola , deportivo etc.», dice el encargado de su venta, Alejandro Sas. Este pazo del siglo XVI -y reconstruido en el XVIII- tiene como protagonista su parte histórica, con torre incluida y capilla, pero también edificaciones modernas con cafetería, piscina o apartamentos.
«Lleva un año a la venta y sin duda es singular. Además tiene una ubicación espectacular a orillas del Miño», dice De Sas. El precio de este edificio de más de 2.000 metros y 100.000 de parcela: 1.200.000 euros.
