Montse Lama ha reproducido casi con exactitud el método seguido por el exportavoz del PP en la capital ourensana, José Araújo, para romper con el partido. Ambos convocaron de urgencia a los medios de comunicación a las puertas de la institución a la que pertenecían -él frente al Concello y ella en la Diputación- y ambos reconocieron que tenían sobre la mesa una oferta de Ciudadanos. Los dos aseguraron también que se tomarían unos días antes de tomar una decisión. Araújo confirmó la semana pasada su fichaje por el partido naranja y se da por hecho que Lama no tardará mucho en hacer lo mismo.
El proyecto de Ciudadanos para Xinzo de Limia le parece a la exdiputada provincial y exconcejala «muy interesante». Además, aclaró que tiene la intención de seguir en política. «Esto no es un paso ni atrás ni al lado, es un paso al frente. Yo no me rindo, soy muy valiente, fuerte y muy trabajadora y trabajaré para esta provincia todo lo que mi familia y mis años de vida me lo permitan», dijo Lama que repitió, así, el eslogan de la camiseta que vestía para la ocasión (y no por casualidad): «No me rindo».
Sobre la posibilidad de que siga el goteo de bajas en el PP en favor del partido naranja fue preguntado José Manuel Baltar, presidente provincial de los populares. Según dijo, no le preocupa que haya otros miembros del partido que huyan a Ciudadanos: «Non é unha cuestión de temor, é unha cuestión de liberdade das persoas». Por otra parte, la dirección del PPdeG admite que el partido naranja «está tocando» a su gente, e incluso habla de dirigentes conocidos, pero no consideran equiparable el número de salidas con el de «calabazas» y «noes» que se han llevado los de Albert Rivera. El PPdeG limita los daños al «simbólico» caso de Araújo en Ourense y ve normal que se genere alguna tensión interna o que algunos militantes descartados de las listas locales puedan sentirse tentados a continuar en otras formaciones «y que se lo piensen».