La falta de fondos paraliza en Galicia las investigaciones sobre la velutina

GALICIA

Cedida por Xesús Feas

La precariedad de los investigadores científicos ralentiza las posibles soluciones a esta invasión

29 jul 2019 . Actualizado a las 21:34 h.

Sandra está en el paro. Luis se ha dado de alta como investigador autónomo. Y Xesús acaba de recoger todo su material de un laboratorio que ya no puede utilizar. Los tres trabajan en distintas líneas de investigación relacionadas con la plaga de la avispa asiática en Galicia. La lucha contra esta especie invasora se presupone una prioridad en la comunidad, pero el abordaje científico del problema choca de frente con la precariedad laboral y la falta de fondos de los investigadores.

La búsqueda de sustancias que atraigan únicamente a la velutina o de biocidas que puedan acabar de manera selectiva con este insecto son dos de los campos que más interés despiertan. En ellos ha conseguido avances interesantes Xesús Feas, que desde el Campus de Lugo logró por ejemplo sintetizar dos feromonas que pueden resultar un buen cebo para los machos de avispa. El siguiente paso sería testar su eficacia con un estudio de campo amplio pero de momento eso no pasará. El convenio entre la USC y la Diputación de A Coruña al amparo del que se realizaba la investigación expiró. Adiós a la financiación. Adiós a los recursos e instalaciones de la universidad. Hola paro. «Levo desempregado dende novembro e o máis triste é que case me compensa, cobro máis no paro que traballando», cuenta.

Investigando en casa: cuando el laboratorio es tu propio domicilio

Esta habitación de un piso particular se ha transformado en un laboratorio sobre la velutina
Esta habitación de un piso particular se ha transformado en un laboratorio sobre la velutina

Fragmentos de nidos. Cientos de ejemplares de avispa asiática. Cajas con reactivos. Botes, pinzas y libretas con anotaciones. Este material propio de un laboratorio se acumula hoy en una de las habitaciones del domicilio de Xesús Feas después de que la semana pasada le pidiesen que vaciase el laboratorio en el que venía trabajando y al que ya no está vinculado al rematar el proyecto que le aportaba financiación. Sus estudios sobre el veneno de la velutina, fundamentales para entender cómo reacciona el cuerpo humano ante las picaduras de este insecto, los hace ahora en su casa.

Sin contratos para investigar

En el paro está también Sandra Rojas, que desde la Universidade de Vigo y con apoyo de la Diputación de Pontevedra lleva cuatro años estudiando el comportamiento de la velutina, su efecto sobre los ecosistemas y la búsqueda de métodos de control efectivos y que no dañen a los insectos locales. Ahora se ha quedado sin proyecto al que adscribirse así que si quiere continuar con su labor de investigación debe hacerlo por su cuenta. «Tenemos que seguir trabajando con nuestros propios medios y además buscar recursos para conseguir algún proyecto en el que se nos pueda hacer un contrato temporal» explica. Parar no es una opción porque la velutina tiene su propio ciclo. «Despierta de su hibernación en unas fechas concretas y tenemos que adaptar nuestra investigación a esos ritmos muy distintos al ritmo que nos imponen los problemas de financiación», razona.

Inversiones despilfarradas

La falta de continuidad en los proyectos frena los posibles avances en la lucha contra la velutina pero además resta valor a las inversiones realizadas. «Eu desenvolvín unha aplicación que permite predicir a expansión futura da vespa asiática polos distintos concellos pero o meu contrato acabou e abandonei a investigación sobre a velutina», explica Luís Rodríguez Lado. Para que la herramienta siga funcionando, él debe alimentarla desde su casa, de manera altruista eso sí. «O que non pode ser é que o que se investiu nese proxecto caia en saco roto porque non se lle dea continuidade», justifica.

Falta de medios, de personal y de contratos. Es la situación que estos tres científicos coinciden en describir. Un lastre que convierte la lucha contra la velutina en una cuestión de compromiso y vocación.

Las asociaciones de apicultores insisten en el papel básico del apoyo de los científicos

Desde que en 2012 se localizaron en Galicia los primeros nidos de avispa asiática, los apicultores han llevado la voz cantante en la pelea contra este invasor. Conocen el problema de primera mano, pero ven imprescindible el apoyo de la comunidad científica. «Na loita contra a velutina non podemos traballar doutro xeito que non sexa da man dos investigadores. Hai que aplicar o método científico para testar as aparentes solucións que imos probando», dice Esther Ordóñez desde la Agrupación Apícola de Galicia. De hecho, la asociación mantiene una estrecha colaboración con la Universidade de Vigo e incluso con centros portugueses pero reconocen que en más de una ocasión han tenido que ayudar a los investigadores a buscar fuentes de financiación alternativas para evitar la paralización de sus trabajos.

La misma situación detectan en la Asociación Galega de Apicultura (AGA). «Contamos coa colaboración dunha ducia de investigadores e a súa situación é de pena», valora su presidente, Jesús Asorey. «Empezan os traballos cada un un pouco polo seu lado, acábanselle os fondos e teñen que parar... na administración non hai decisión de apoiar isto, só botan balóns fóra», añade. Para Asorey sería deseable que la Xunta pusiese en marcha unas ayudas específicas para la investigación sobre la avispa asiática a las que pudiesen optar con estabilidad los estudiosos del tema. Y es que las soluciones a la plaga no llegarán de un día para otro. «Non hai unha variña máxica, as investigacións científicas son lentas pero imprescindibles», remacha Ordóñez.