El AVE, un santuario para los conejos

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Imagen de las obras del AVE y de la estación de Otero de Sanabria, en Zamora
Imagen de las obras del AVE y de la estación de Otero de Sanabria, en Zamora Grupo Tren Zamora

El ADIF declara la guerra a la eclosión de madrigueras en la franja de seguridad de la línea de alta velocidad a Galicia, en Zamora

16 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La inofensiva apariencia de un conejo puede resultar engañosa. Sobre todo cuando se cuentan por miles, a refugio de los depredadores gracias a las vallas que protegen las vías de las líneas de alta velocidad. Estos animales encontraron el santuario perfecto en las trincheras y taludes más allá de la franja de seguridad del AVE, colándose en estas zonas de acceso restringido bajo las vallas de protección que delimitan todos los trazados de alta velocidad, tal y como marca la ley, para evitar intrusiones indeseadas en unas vías en la que los trenes pueden circular a más de 300 por hora. En esta tierra de nadie, las colonias de conejos encontraron el lugar perfecto para multiplicarse, sin que hasta ahora el ADIF haya conseguido terminar con la invasión, pese haberlo intentado por distintos medios.

El nuevo acceso ferroviario de alta velocidad a Galicia no se ha librado de la plaga, especialmente en su tramo zamorano, donde las poblaciones descontroladas de conejos campan a sus anchas en algunas zonas, destrozando los cultivos del entorno, hasta el punto que la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) llegó a tener varios pleitos con el administrador ferroviario, al considerar que no hacía lo suficiente por controlar las poblaciones de esta especie cinegética. También asociaciones de cazadores protestaron por algunos métodos utilizados para minimizar el número de madrigueras, horadadas en taludes y trincheras que, con las lluvias, pueden terminar perdiendo estabilidad y generar un cierto riesgo en las instalaciones ferroviarias. Recientemente, estos animales provocaron numerosos daños en los cultivos cercanos al trazado del AVE a Galicia, en Morales del Toro, en Zamora. Hubo incluso una sentencia que obligó al ADIF a indemnizar a agricultores afectados por la plaga.

Precisamente, el plan que se desarrolla ahora para controlar esta invasión subterránea y silenciosa fue consensuado con los agricultores de Asaja. «En Castilla y León es un problema importante», aseguran en el ADIF, que se gastará cerca de 3 millones de euros en 450 kilómetros de vallas reforzadas para proteger estas infraestructuras. Este vallado, de unos dos metros de altura, tiene en su parte inferior un mallado más tupido, con huecos de alrededor de un centímetro y medio. Esta red inferior, de unos 80 centímetros de altura, se entierra a una cierta profundidad para evitar la entrada de los conejos por el subsuelo. Las vallas se instalan ya de forma automática en las nuevas líneas en construcción, «o se modifican las existentes que no tienen este diseño en zonas de riesgo», explican. En principio está previsto que se coloquen en el tramo entre Medina del Campo y Zamora, pero también se habilitará este cerramiento perimetral en el recorrido ahora en pruebas entre Zamora y Pedralba, que está previsto inaugurar este año para ahorrar unos 50 minutos de media en el viaje a Madrid.

Uso de hurones

Otro de los métodos utilizados en el entorno de las líneas de alta velocidad es recurrir a hurones para cazarlos. Este animal se introduce en las madrigueras para intentar atraparlos. «Como tienen un orificio de salida y otro de entrada, uno de ellos se cierra con una red para retener al conejo», explican fuentes del ADIF conocedoras del problema. Para este método es preciso pedir un permiso a la comunidad autónoma y realizar la cacería en el exterior del perímetro de la línea. Si se accede al interior hay que hacerlo con personal del ADIF y en horas sin tráfico ferroviario. Algunos sectores, no obstante, ven con escepticismo estas medidas ante la potencia de la plaga.