La mujer que nació sin brazos presume de coche adaptado con un recorrido por Arteixo
GALICIA
Los conductores con diversidad funcional tienen que realizar adaptaciones en su vehículo para poder circular
18 feb 2019 . Actualizado a las 12:37 h.Celia Regueira Varela circula con su coche adaptado como si llevara haciéndolo medio siglo. Pero solo lleva un mes y aún no puede borrar esa sonrisa que luce desde que tiene carné y su vida dio un vuelco. «Ya no soy tan dependiente como lo era antes», dice orgullosa esta vecina de Arteixo que peleó mucho para hoy poder conducir un coche como lo haría cualquier persona con brazos.
Después de más de veinte años tratando de sacarse el carné, por fin ha podido lograrlo gracias a la ayuda de la tecnología. Su Audi A1 corriente ahora cuenta con un pomo especial para que pueda abrir la puerta con el hombro, unos intermitentes que pueden activarse con el pie y asiento reclinado en su justa medida. Y un volante especial.
Ayer explicó Celia, junto a responsables del concesionario Arrojo en Oleiros, Talleres Vilanova, y de la autoescuela Lespar, que ofrece en A Coruña clases y exámenes a personas con algún tipo de discapacidad. Entre todos explicaron los esfuerzos que han tenido que hacer para ver cumplido el sueño de Celia.
Hasta ahora, no había ningún vehículo que se adaptara a sus necesidades; pero gracias a la tecnología se logró.
El mes pasado, Varela pudo presentarse al examen práctico en su propio Audi A1. La conductora novel también ha recibido el apoyo de Tráfico, desde donde han permitido que su profesor la examinase en un vehículo particular y no uno perteneciente a la autoescuela.
Según la Dirección General de Tráfico, en la actualidad circulan por las carreteras españolas más de cien mil conductores con algún tipo de discapacidad, personas con algún problema del aparato locomotor (normalmente a nivel de sus extremidades), por lo que no pueden hacer un uso normal de los mecanismos para la conducción de los que viene dotado un vehículo cuando es fabricado de serie. Por esto, los conductores con diversidad funcional tienen que realizar algún tipo de adaptación a su vehículo para poder circular, aunque tienen mejoras impositivas.
Las modificaciones en los coches adaptados deben adecuarse a la legislación vigente y tan solo podrán ser realizados por personal autorizado. Si los cambios se hacen una vez sale de fábrica el vehículo, esto supone tener que pasar por la ITV.