Los equilibrios ideológicos entre izquierda y derecha hicieron que a la hora de las votaciones la gran mayoría de iniciativas no contasen con apoyos suficiente. Solo en dos casos fueron aprobadas las propuestas, pero en ambos en lugar de instar al Gobierno a devolver la gratuidad a las autovías, el PSD, partido del anterior Ejecutivo de Portugal, solo optó por recomendar un cambio de ubicación del control de peaje en Aveiro, y reducir los pórticos de cobro en la A-13, en el entorno de Coímbra, al considerarlos excesivos. Fue rechazado incluso quitar el peaje que dificulta la movilidad entre Viana do Castelo y su polígono industrial.