Ofensiva política en Portugal contra los peajes

GALICIA

Oscar Vázquez

Todos los partidos exigen en la Asamblea la gratuidad en las autovías, pero los equilibrios ideológicos impiden un acuerdo global, pese a la ruptura de la disciplina de voto en el partido del Gobierno

08 feb 2019 . Actualizado a las 14:30 h.

La lucha que alcaldes y parte de la población mantienen en Portugal desde el 2010 contra el pago de peajes en todas las autovías del país, ha motivado hoy una ofensiva inédita en la Asamblea de la República lusa, al presentar todos los partidos del arco parlamentario menos el Partido Socialista (el del Gobierno) iniciativas para poner fin al cobro en las autovías.

Desde el centro de derecha del PSD y del CDS-PP, a la izquierda del Bloco de Esquerda, PCP y Partido Verde justificaron la avalancha de iniciativas presentadas en la Asamblea contra los peajes en la afirmación de que son «injustos» territorialmente; suponen una carga excepcional a los trabajadores que se desplazan a las zonas urbanas a diario; provocan accidentes en las saturadas y antiguas vías convencionales alternativas, y hasta propician una mayor contaminación en las rutas que se toman para evitar los peajes y que atraviesan poblaciones y núcleos residenciales.  

En el largo y agitado debate plenario que concluyó este mediodía y en el que se trataron 16 iniciativas relativas a la eliminación de los peajes en las autovías de los 19 asuntos abordados en la sesión, las dos vías que conectan Galicia con el norte de Portugal, la A-28 (Viana do Castelo-Oporto) y la A-24 (Verín/Chaves-Viseu) ocuparon gran parte de las exigencias de eliminación de la carga económica en forma de peajes automáticos, al indicarse desde las filas del CDS-PP que «son una injusticia», o desde el Partido Comunista, que impiden el desarrollo económico de zonas empobrecidas del país como diversas áreas del norte.

Pero pese a que la ofensiva contra los peajes contaba con iniciativas impulsadas desde todo el arco ideológico, solo dos de las presentadas acabaron siendo aprobadas. Y eso que en las filas socialistas se registró una llamativa ruptura de la disciplina de voto, llegando a apoyar las diversas peticiones de eliminación de los pórticos de peaje varios diputados del partido del Gobierno. Cada autovía contó con su propia moción para que se eliminasen los peajes, y los diputados socialistas de cada zona se fueron absteniendo o votando a favor de la gratuidad, pero sin poner en peligro en el recuento final la postura del Ejecutivo de Antonio Costa de mantener los peajes para eludir indemnizaciones a las concesionarias y la asunción del coste de mantenimiento de las infraestructuras por parte de las arcas del Estado.

Los equilibrios ideológicos entre izquierda y derecha hicieron que a la hora de las votaciones la gran mayoría de iniciativas presentadas para la abolición de los peajes no contasen con el apoyo suficiente. Solo en dos casos fueron aprobadas las propuestas, pero en ambas en lugar de instar al Gobierno a devolver la gratuidad a las autovías, el PSD, partido del anterior Gobierno de Portugal, solo optó por recomendar al Ejecutivo, cambiar de lugar un control de peaje en Aveiro, y reducir los pórticos de cobro en la A-13, en el entorno de Coímbra.